Postgrados: Una formación a medida para afrontar las exigencias del mercado laboral

Un entorno en constante cambio como el actual requiere no sólo la formación más adecuada para acceder a determinadas ocupaciones, sino un aprendizaje continuo para estar actualizado, en un escenario en el que los idiomas, las nuevas tecnologías y las «habilidades trasversales» –gestión de equipo y del tiempo, desarrollo personal, atención al cliente, etc.–cuentan cada vez más.

Por ello, y en el caso de los estudios universitarios, el informe «La universidad española en cifras» –CRUE Universidades Españolas–, que recoge datos correspondientes al curso 2013/14, destacaba un incremento del 138,1% en enseñanzas de másteres, frente a un 2,4% de grado. Y según el «Informe Infoempleo Adecco sobre oferta y demanda de empleo», que será presentado en Madrid el 9 de junio, «el 43,5% de las ofertas que se publican piden de forma expresa entre sus requisitos mínimos que los candidatos tengan una titulación universitaria (…) Casi 90.000 ofertas de empleo publicadas en nuestro país durante el último año valoran muy positivamente que el candidato cuente con estudios de postgrado».

Teoría y práctica

Más de 11.000 programas, en distintos conceptos, atienden a esta necesidad de empleadores, empleados y futuros empleados, articulados en especialidades para formar con perspectivas de éxito en sectores como, entre otros, el económico, jurídico, el industrial, salud y hostelería y turismo. «Bajo nuestro punto de vista –señala Joaquín Calvo Sánchez, vicedecano de ESIC y director del MBA–, un programa máster-postgrado puede hacerse, especialmente, por dos razones: una, porque finalizados los estudios universitarios, el candidato quiere dedicarse a algo diferente de lo estudiado, especializándose en un área de la empresa o en un puesto específico; y dos, porque el profesional y el directivo pretenden con ello un mejor desarrollo profesional, de cara a una especialización y profundización en una serie de conocimientos específicos, y a la adquisición de las habilidades necesarias». Ejemplos como el Máster en Dirección de Marketing y Gestión Comercial (GESCO) representan esta adaptación a las condiciones del mercado laboral.

En el caso de IE Business School, Martin Boehm, su decano de Programa, habla sobre propuestas educativas en las que confluyen sentido teórico y práctico en un marco internacional: «Hace un año rediseñamos nuestro International MBA, que siempre ha registrado una gran demanda, incrementada aún más tras el rediseño. Los principales objetivos eran tres: la flexibilidad, el desarrollo profesional y el aprendizaje práctico. Con ellos, nuestros alumnos tienen más opciones que nunca para personalizar el programa siguiendo sus gustos e intereses, de acuerdo a las capacidades cada vez más demandadas en el mercado». Fieles a la importancia del aprendizaje práctico, la institución cuenta con los «Labs», laboratorios que permiten aprender lo esencial para generar impacto en las organizaciones o montar su propia empresa.

Sobre el terreno

Sin duda, este sentido práctico es fundamental tanto para encontrar empleo, mejorar en el que se tiene o para emprender. Desde el fichaje por una consultora para foguearse en un mundo tan competitivo como el actual a la creación de una propia empresa. Como destaca Fernando Botella, CEO de Think&Action, experto en liderazgo, talento, innovación y transformación de organizaciones: «Cuanto más cercanos sean este tipo de estudios al ‘fuego real’ de las empresas mejor para el alumno, ya que podrá ir adaptándose a lo que le va a exigir el mercado laboral después, con una perspectiva más sistémica de la organización interna de las empresas: cómo compiten entre sí, cómo se diferencian unas de otras…». «Otro aspecto importante –continúa– es la creación de una red de contactos, tanto de profesores como de compañeros, que se pueden llegar a conseguir, una vía privilegiada dentro de la búsqueda activa de empleo y de oportunidades de negocio».

Pedro Montarelo, director general de Montarelo Consulting, especialistas en búsqueda y selección de profesionales para el sector TIC, resalta, por su parte, la importancia tanto de la formación continua como de la elección del momento más adecuado para realizar estos estudios: «Un profesor de una escuela de negocios muy reconocida en este país me dijo una vez que cualquier profesional que quisiera salir de su zona de confort y estar actualizado tendría que realizar un postgrado cada 10 años, y estoy convencido de que tenía razón. Dicho esto, pienso que el mejor máster es el que te da la vida, por lo que, si se puede trabajar en algún momento antes de hacer un máster o un postgrado, el retorno será infinitamente mayor». En casos como los del idioma, hay alumnos que han aprovechado su primer año como egresados para trabajar al extranjero y aprender, por ejemplo, inglés, para afrontar con mayores garantías de éxito su recorrido profesional.

Vista hacia el futuro

Todo este despliegue asienta sus bases en una labor de información previa en los centros académicos preuniversitarios. Instituciones como ESADE Business & Law School organizan todo tipo de iniciativas para fomentar los estudios superiores, como la Summer School for Highschool Students –para estudiantes de 1º y 2º de Bachilleratoque quieran especializarse en Derecho, Políticas o Relaciones Institucionales en sus estudios de grado–; el International Summer Programm o el CEMS Spanish Summer Program. En el caso de la Executive Summer School, está destinada a profesionales con experiencia, con cuatro programas distintos de especialización que se celebrarán entre junio y julio: Advanced Marketing Strategy, B2B Sales Management, inDigital-Program in Digital Management of Marketing and Sales y Marketing to please the brain.

Según el informe «La universidad española en cifras», de CRUE, las enseñanzas de másters se incrementaron hasta en un 138,1% en el curso 2013/2014

Y del 30 septiembre al 2 de octubre, la International School San Patricio Toledo organizará el V Congreso de Innovación Educativa ENAP, con el lema «TransformARTE: el arte de vivir la educación», dirigido al mundo educativo y, en especial, a estudiantes de postgrado interesados en la docencia. Según la organización, «el objetivo principal es la sensibilización hacia una nueva manera de enseñar y aprender, en un mundo cambiante, con un perfil del alumno diferente y un futuro profesional de incertidumbre, donde han de primar la flexibilidad y adaptabilidad de las personas que educamos». Profesores y alumnos de postgrados y másteres se enfrentan, sin duda, a un presente y futuro en el que acertar con la formación será un factor decisivo para el desarrollo profesional.