Ciudad Lineal

Parque de los Mosquitos: «Este jardín es vergonzoso, no se le puede dedicar a nadie»

El Ayuntamiento de Madrid cambiará de nombre este lugar para homenajear a reporteros fallecidos en guerras. Los vecinos piden que antes se arregle y limpie el espacio

Suciedad acumulada en los jardines del Parque de los Mosquitos de Ciudad Lineal José Ramón Ladra
Adrián Delgado

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Sentido común. Eso es lo que echan en falta algunos vecinos de Ciudad Lineal en la forma de obrar de sus representantes municipales. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó la semana pasada una nueva denominación para el conocido como Parque de los Mosquitos a propuesta de Ahora Madrid en el Pleno de la Junta Municipal del distrito. La medida, que pretende homenajear, entre otros, a los reporteros de guerra fallecidos en Irak José Couso Permuy y Julio Anguita Parrado , contó con el voto favorable de todos los grupos. Algo que no deja de sorprender a los asiduos a este espacio verde –situado entre las calles de Doctor Cirajas, José Arcones Gil y la travesía de Vázquez de Mella– por lo que consideran una «ausencia total de sentido común». «Particularmente me parece genial la iniciativa, pero antes de homenajear a nadie deberían preocuparse por el buen estado de estos jardines, que son, al fin y al cabo, para los vecinos que vivimos aquí», explica a ABC Edgar Vázquez, acompañado de sus dos hijos. «Este jardín es vergonzoso, no se le puede dedicar a nadie», añade desconcertado.

Papelera repleta de restos de comida y botellas en un área infantil del parque José Ramón Ladra

Se da la paradoja de que, además, este espacio verde de la capital se encuentra a la espalda del edificio de la Junta Municipal de Distrito. «Es imposible que no vean lo que ocurre aquí cada día y, sobre todo, cada noche», apunta Lucía de Diego, inquilina de uno de los bloques que dan al parque. « La suciedad nos come . Es asqueroso. Ahora, en verano, el olor a orines es insoportable», asegura.

Acceso al parque desde el edificio de la Junta de Distrito J. R. LADRA

En el mismo lugar donde en los próximos meses se colocará un monolito para recordar a todos los periodistas asesinados en el ejercicio de su profesión se puede observar un panorama desolador. Basura, latas, papeles y excrementos de perro copan los 12.000 metros cuadrados que tiene, según fuentes municipales, este parque público. Además del mal estado del mobiliario urbano –bancos, merenderos y mesas de juego–, lo que más preocupa a quienes traen aquí a sus hijos y mascotas es la «insalubridad» del entorno.

Excrementos humanos

Con las papeleras repletas de restos de comida, a pleno sol, el olor se vuelve aún más nauseabundo. «Es cierto que la gente es muy guarra, pero hay una dejadez de los servicios de limpieza impresionante. El Ayuntamiento debería poner orden. Esto no es propio de una ciudad como Madrid», explica una trabajadora del Centro de Salud Doctor Cirajas , que dice no poder revelar su identidad. «Si se cae un niño y se hace un corte, lo primero que tenemos que ponerle es una antitetánica. Hay heces de perro, pero también humanas», señala, indicando la zona en la que algunos hacen sus necesidades. El lugar, junto a las pistas deportivas, estaba ayer repleto de heces y papeles manchados de excrementos.

La única fuente pública del parque no funciona desde hace años J. R. LADRA

Frente a las denuncias de los vecinos y consultadas por este diario, fuentes municipales explican que se va a instalar un «área canina para esparcimiento de mascotas con cargo al presupuesto de Inversiones Financieramente Sostenibles, además de la poda de árboles y arreglo de las zonas ajardinadas». Desde el Consistorio recuerdan que el parque cuenta con dos pistas de baloncesto que «se arreglaron el pasado año».

Espacio entre arbustos el que la gente hace sus necesidades en el parque J. R. L.

Unas actuaciones que algunos consideran «maquillaje». «La concejal del distrito – Yolanda Rodríguez (IU) – sabe de sobra cómo está esto desde que llegó al cargo. La política está para solucionar la vida al ciudadano, no solo para hacer homenajes bonitos. Debería haberse preocupado antes por el estado del parque en el que juegan nuestros hijos y no ser tan permisivos con las escenas que se ven aquí todos los días», opina, indignado, Juan Carlos Rodríguez señalando que, a pocos metros, están las dependencias de la Unidad Integral de Distrito de la Policía Municipal. «Aquí hay botellones y botellazos. Y no pasa nada», opina.

Refugio de gitanos rumanos

Botellas rotas en los accesos del parque de Los Mosquitos J. R. LADRA

Entre los matorrales y el edificio de la Junta de Distrito se puede ver un pequeño campamento en el que, según los vecinos, duerme y come un grupo reducido de gitanos rumanos . Además de un colchón, restos de comida y basura, hay un barreño grande en el que se asean y ropa esparcida sobre los arbustos. «De la fuente del parque no pueden coger agua porque lleva años sin funcionar», dicen.

Área de mayores del parque, repleta de basura y botellas J. R. LADRA

Refugiados del sol, una pareja de ancianos pedalea en el área de mayores del parque. «Algunas mañanas tenemos que retirar nosotros las latas y las litronas para poder sentarnos», dicen, mostrando el periódico que utilizan para no mancharse. «Los bares de la zona venden cervezas para llevar a medio euro y la gente viene a emborracharse. La Policía Municipal no hace nada. Si les llamas la atención, son capaces de pegarte un botellazo», aseguran.

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