Lavapiés

Para Podemos y el equipo de Carmena, Mbaye fue «víctima del capitalismo» y «el racismo institucional»

La nueva política utiliza la muerte del mantero para cargar contra la Policía y el sistema

Pablo Iglesias, Irene Montero y Juan Carlos Monedero JAIME GARCÍA
Tatiana G. Rivas

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El Ayuntamiento de Madrid tardó en reaccionar a los altercados de Lavapiés . La muerte del senegalés Mmame Mbaye el miércoles a las cinco de la tarde desencadenó una oleada de disturbios en el barrio madrileño que se perpetuaron hasta la 1.30 de la madrugada. El objetivo, atacar a la Policía. Los hechos discurrieron sin que ningún responsable del equipo de Gobierno municipal diera la cara –salvo en Twitter– hasta pasada la 1.30 de la tarde del día siguiente [ayer]. Ningún edil de Ahora Madrid defendió la actuación policial ni mostró su apoyo hasta entonces. Todo lo contrario. El ala más radical que representa la marca blanca de Podemos en la capital adulteró la realidad con un discurso antisistema que incendió la calle. La edil Rommy Arce , polémica concejal de los distritos de Usera y Arganzuela, de la facción anticapitalista de Podemos publicó en la red social: «Lucrecia Pérez, Samba Martine... hoy Mmame Mbage. Los «nadie» víctimas de la xenofobia institucional y de un sistema capitalista que levanta fronteras interiores y exteriores. El pecado de Mmame ser negro , pobre y sin papeles. Hermano, siempre estarás en nuestro recuerdo».

Jorge García Castaño , delegado de Economía y Hacienda y concejal de Centro, ex IU y actual miembro de Podemos, defendió en la rueda de prensa de ayer en Cibeles las palabras de su compañera: «A mí me parece evidente que la persona fallecida se puede considerar una víctima del sistema capitalista». Era la proclama común que difundía la cúpula de Podemos: su líder, Pablo Iglesias; el secretario de Organización, Pablo Echenique; la portavoz del grupo en el Congreso, Irene Montero; la portavoz adjunta, Ione Belarra; el cofundador del partido Juan Carlos Monedero; Ramón Espinar, secretario general del partido en la Comunidad de Madrid,... Todos aludían a haber muerto por la forma en la que se ganaba la vida y la persecución policial. «Sobrevivir no es delito», difundía el eurodiputado Miguel Urban.

Aunque con una posición difusa, tibia, incrédula sobre la actuación del Cuerpo municipal en los hechos, el Consistorio que dirige Manuela Carmena –sin que ella estuviera de cuerpo presente por un viaje a París– ofreció como versión oficial ayer que el mantero falleció de causa natural por un infarto de miocardio . Aclaró también que no había ninguna persecución policial cuando se desplomó en el suelo y que fue el amigo del senegalés que le acompañaba hasta su casa el que pidió el auxilio de dos agentes que patrullaban en la zona cuando comenzó a echar espuma por la boca. Los policías municipales, hasta siete en total, le realizaron durante 24 minutos las maniobras de reanimación hasta que apareció el Samur.

Dos infartos al día

Pese a este relato y eludiendo el hecho de que en Madrid diariamente fallece alguien en las calles a causa de un infarto (2 o 3 al día, según fuentes sanitarias), el Ayuntamiento ha iniciado las investigaciones para esclarecer lo ocurrido y saber si se produjo algún tipo de abuso policial. La regidora en funciones, Marta Higueras, el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, y Jorge García Castaño, en calidad de concejal del distrito Centro, dieron traslado de esta decisión.

«Vamos a analizar a fondo los hechos y hemos iniciado una investigación con la grabación del incidente al 112; con la solicitud de la minuta que hizo con la Policía Nacional y la declaración de algunos de los testigos; el informe de Samur-Protección Civil, y la revisión y contenido de las cámaras desde Puerta del Sol hasta la calle Oso. Esto lo hemos hecho a petición propia y de la coordinadora de barrios», detalló Barbero. Además, se ha abierto «expediente de información reservada sobre la proporcionalidad en el uso de la fuerza».

Higueras fue la primera en hablar y quiso dejar constancia del respaldo de su institución a la Policía Municipal . Para la Policía Municipal, estas palabras llegaron tarde. El malestar entre los mandos y los agentes era generalizado. Desde diferentes sindicatos policiales (el CPPM, mayoritario en el Cuerpo, UPM, CSIT, CSIF y APMU) manifestaron que estudian emprender acciones judiciales contra los políticos que vertieron tuits incendiarios sobre el Cuerpo. Barbero dijo que no dudaba de la intervención policial, pero matizó que quería «evaluar conductas concretas». Se permitió reflexionar, como profesional sanitario, sobre las causas que generan un infarto. Una de ellas, el «estrés». «¿Qué supone estar permanentemente huyendo de la presencia policial o el miedo de que te detengan y te deporten?», especuló.

El responsable de la seguridad señaló que se produjeron dos intervenciones del Cuerpo distintas el jueves, pero relacionadas entre sí. Por un lado, la que tuvo lugar en la Puerta del Sol en torno a las 4.30 de la tarde con motivo de la venta ambulante, donde se encontraba el propio Mbaye. No especificó el delegado si el fallecido tenía allí desplegada una manta con productos ilegales y había sido requerido por la autoridad policial. De allí, Mbaye se dirigió a la Plaza Mayor, donde se encontró con un compañero que le acompañó hasta la puerta de su casa, en la calle Oso. Allí, a las 5, acabó su vida; allí se gestó la pólvora de la nueva política.

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