Vistas de la Gran Vía
Vistas de la Gran Vía - MAYA BALANYA

El cierre de la Gran Vía provoca más de un 15% de cancelaciones en hoteles

Exigen que los servicios discrecionales de autobuses puedan acercar a los turistas hasta las puertas de los alojamientos. Pese al gran enfado del sector por el cierre al tráfico, el Consistorio saca pecho por la polémica medida

Madrid Actualizado: Guardar
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Los diez primeros días de cerrojazo al tráfico en la Gran Vía ya comienzan a dejar datos oficiales. El sector hotelero ha sido uno de los más castigados, a tenor de los números que hicieron públicos ayer: más de un 15% de cancelaciones en estos establecimientos en la zona centro de la capital debido a la penúltima idea del Gobierno de Manuelal Carmena.

Ese es el cálculo que hace la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), que representa a unos 300 negocios de este tipo y de todas las categorías en la Comunidad de Madrid. La entidad no solo habla de cancelaciones de reservas, sino de quejas y reclamaciones de los turistas que se alojaron en la ciudad durante el pasado macropuente.

Gabriel García, presidente de la AEHM, califica el cierre al tráfico de "medida precipitada", decidida "sin tener en cuenta a los agentes sociales implicados y sin un consenso". "Ello ha derivado en un problema para todos nosotros –añade–, ya seamos comerciantes, transportistas u hoteleros".

Sin consenso

El gremio considera que "muchos de los contratiempos se podrían haber evitado si no se hubiera tomado esta decisión de forma unilateral". "Deberían haber llegado a un consenso con el sector hotelero para mitigar los problemas que pudieran surgir y que, de hecho, han surgido", matiza García.

Pero aún queda el tramo más largo de la iniciativa: el fin de semana del 16 al 18 y la Navidad (del 23 de diciembre al 8 de enero). Los hoteleros exigen a Carmena "una mayor planificación y que se pongan en marcha todas las medidas que sean necesarias para minimizar los daños sobre los principales sectores implicados". En este sentido, la AEHM está en contacto con la Dirección General de Movilidad del Ayuntamiento. Están haciéndole llegar las principales problemáticas, sobre todo aquellas que dificultan la entrada de clientes a los hoteles.

También reclaman que los servicios discrecionales de autobuses puedan acercar a los turistas a las puertas de sus alojamientos y se evite "colapsar" las calles de la zona con clientes con maletas.

Lejos de esta realidad, el concejal de Seguridad, Salud y Emergencias, Javier Barbero, intentó sacar ayer pecho de la medida adoptada. Puso de manifiesto que el uso del metro "se ha disparado", con un aumento de los usuarios el día 8 de hasta un 75% respecto al año anterior en la estación de Sol. Además, aunque sin datos numéricos, ha asegurado que el servicio de la EMT ha mejorado los índices de demanda y del tiempo de vuelta. Algo, por otra parte, totalmente lógico si se impide entrar al ciudadano en el centro en su propio vehículo.

Respecto a la contaminación, el edil presumió de que los niveles de contaminación por NO2 se hayan reducido "sustancialmente". La estación de medición de la plaza del Carmen, a apenas cien metros de la Gran Vía, es la única zona que no superó los cien microgramos por metro cúbico, junto a las ubicadas en áreas verdes.

Si bien no especificó cuál será el coste total del dispositivo, Barbero sí concretó ayer en la Comisión de Seguridad el número de agentes de Movilidad y Policía Municipal que han trabajado este puente en el cierre de la Gran Vía: 160 y 100, respectivamente, con un incremento de uniformados del 10% de lunes a viernes y del 110% los fines de semana y festivos. No obstante, tampoco quiso atender demandas de la edil del PP Inmaculada Sanz sobre la pérdida de agentes en distritos y unidades para actuar en la Gran Vía o el coste de las horas extras. "Es un caos y un despropósito", criticó la concejal del PP. Barbero, además, acusó a los madrileños de hacer un uso "irracional e injustificado" del vehículo propio. "No vamos a permitir que se privatice el espacio público", atajó el concejal, en referencia al paso de coches y motos por la Gran Vía.

El concejal de Participación Ciudadana, Pablo Soto, "invitó" al PP a que, si está en contra de la medida, lo traslade a Decide Madrid, una web de escaso éxito. La edil de Movilidad, Inés Sabanés, puso la guinda en su balance triunfalista: "No se han producido atascos ni avalancha de peatones".

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