Cartel que anunció la representación del año pasado
Cartel que anunció la representación del año pasado - AYUNTAMIENTO DE EL MOLAR

Una grabación secreta y «25 romanos» acaban con la Pasión viviente de un pueblo de Madrid

Esta Semana Santa, en El Molar, los vecinos no representarán los últimos días de la vida de Jesucristo como es tradición

Madrid Actualizado: Guardar
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El Molar no tendrá este año en Semana Santa su tradicional Pasión de Jesucristo viviente, una representación religiosa en la que los vecinos del pueblo se volcaban y que, año tras año, atraía hasta esta localidad de la Sierra Norte de Madrid a numerosos turistas, con el consiguiente beneficio para los negocios del pueblo.

«Este año ya no llegamos y, efectivamente, no se va a celebrar», confirma Yolanda Sanz, alcaldesa de El Molar, quien añade el motivo que ha provocado la suspensión de la representación: «La Pasión necesita la colaboración de entre 100 y 130 voluntarios y este año hay un déficit de 25 hombres». «El problema fundamental es que necesitamos muchos hombres porque hay muchos papeles masculinos, como por ejemplo los romanos

», justifica la alcaldesa, quien defiende que no ha escatimado esfuerzos para conseguir a esos actores improvisados.

Desde principios de año hasta mediados del mes de marzo, el Consistorio ha puesto en marcha la campaña para poder reunir a todos los voluntarios necesarios. «Se dieron unos plazos y cuando finalizaron estimamos que no se había cubierto la totalidad de personas necesarias para llevar a cabo La Pasión con la calidad mínima que merecen quienes vienen a verla», especifica la alcaldesa, que en el último pleno vivió una situción de tensión después de que varios vecinos le acusaran de ser la culpable de la situación en sede plenaria.

La grabación de la discordia

Según recoge sierranortedigital.com, los ánimos estuvieron bastante caldeados en la Casa Consistorial, donde los grupos políticos de la oposición le afearon a la alcaldesa, de Ciudadanos, que este año no se vaya a celebrar La Pasión. Hasta aquí, todo normal.

La polémica comenzó en el turno de preguntas de los asistentes, cuando uno de los vecinos del pueblo, concretamente el que en la representación asume el papel de Jesucristo, sorprendió a los asistentes al afirmar que habría una grabación de voz en la que se escucharía el motivo de la alcaldesa para no haber organizado la representación de este año: querer irse de vacaciones.

En declaraciones a este diario, la alcaldesa ha negado esta acusación y ha recordado que grabar conversaciones sin consentimiento es «ilegal». «No tenía ni idea de que había un audio de que me habían grabado», reconoce Sanz, que en el pleno declinó, pese al clamor popular, dar su consentimiento para que esa grabación viera la luz.

Por lo tanto, sin que la conversación haya trascendido y sin esos 25 «romanos» que no aparecen por ningún lado, El Molar vivirá este año una Semana Santa atípica: los vecinos no compartirán los dos días de representación de su tradicional Pasión de Cristo, que el año pasado fue visitada por más de 1.000 personas.

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