Garrido prevé 300.000 viajes más al día en transporte público y exige a Carmena coordinación

El presidente regional explota por la «improvisación» del Ayuntamiento y reclama «que se paralice el proyecto»

Señal vertical que indica la entrada a «Madrid Central», donde desde el 23 de noviembre estará restringido el tráfico de vehículos privados

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Ni «improvisaciones» ni «caprichos» que «hacen mucho daño a Madrid; no lo voy a permitir»; el presidente regional, Ángel Garrido , decidió ayer plantarse ante el proyecto Madrid Central que el Ayuntamiento de Madrid tiene previsto poner en marcha el próximo 23 de noviembre. Empieza la cuenta atrás de esta nueva ordenación del tráfico en la almendra centra l, que según calcula el Gobierno regional, hará crecer la demanda en unos 300.000 viajes más al día en transporte público . Exigen una reunión urgente y monográfica del Consorcio Regional de Transportes para coordinar una respuesta suficiente en autobuses y Metro que no deje a los ciudadanos «colgados».

Madrid Central nace con la intención de mejorar la calidad del aire en la ciudad, y supone la restricción del tráfico privado en el interior del perímetro que forman las rondas y los bulevares . Sólo podrán circular por dentro los residentes, servicios públicos y vehículos industriales y de reparto con permiso, además de los que tienen distintivos «cero» o «ECO» –unos 60.300 coches en la región–. El resto sólo podrán acceder a los aparcamientos subterráneos.

400 hectáreas

El presidente regional estalló ayer contra este proyecto, y pidió a Carmena su suspensión inmediata y paralizar su aplicación. «No se pueden cerrar más de 400 hectáreas del centro de Madrid sin aportar ni un solo papel», avisó. «Lo único que hemos recibido sobre un proyecto de esta envergadura son dos diapositivas», denunció el presidente. Se refiere a cuatro páginas del Plan A de Calidad del Aire donde se menciona el proyecto del centro, sin precisiones técnicas de ningún tipo.

Garrido asegura que este es un nuevo caso de «improvisación». «No nos oponemos a medidas que racionalicen el uso del espacio público y mejoren la movilidad y el medio ambiente mediante la restricción del uso de vehículos privados», pero cree que estas medidas deben llevarse adelante siempre «desde el consenso y la planificación», y no «como ocurrencias ideológicas que hacen mucho daño a Madrid».

Hace falta hablar, por ejemplo, de cómo dar respuesta a esa demanda de 300.000 viajes más al día en transporte público. Metro vive en estos momentos una situación complicada, con 277.000 usuarios más cada jornada y una carencia de trenes – 45 están retirados del servicio debido al plan de desamiantado– . El ejecutivo autonómico cree que para responder a esta demanda, EMT debería comprar «100 nuevos autobuses». No descarta ninguna medida, incluso las judiciales, si Carmena no le escucha.

La responsable de Movilidad del Ayuntamiento, Inés Sabanés , le recordaba ayer que la creación de zonas de bajas emisiones como Madrid Central «son un mandato de la UE». Y acusó a Garrido de «hacer campaña jugando con la salud de los madrileños». Recordó que lleva «cuatro meses» pidiendo una reunión del Consorcio de Transportes: lo hizo por carta el 30 de mayo, pidiendo hablar de un billete para días de alta contaminación, la tarjeta azul, un servicio complementario a la red nocturna de EMT y otras medidas relacionadas con este transporte, pero «entre las que no se mencionaba Madrid Central», puntualizan en el ejecutivo autonómico.

El 1 de octubre, Sabanés enviaba una nueva carta a la consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo , recordándole las peticiones de mayo. Pero el 27 de julio hubo una reunión del Consorcio, con sólo dos temas en el orden del día: «acciones y propuestas sobre la EMT» y «ruegos y preguntas».

A la Asamblea

También desde Cs pidieron la paralización del proyecto. El portavoz en la Asamblea, Ignacio Aguado , cree que esta es «la enésima improvisación» de Carmena, pero aún tiene pendiente «mucha casuística no resuelta», por lo que presentarán una iniciativa parlamentaria. Su compañera en el Ayuntamiento, Begoña Villacís , acusó a la alcaldesa de «estar experimentando con la vida de las personas» con este plan.

También Podemos pedirá explicaciones en la Asamblea, pero al PP: Clara Serra , portavoz de la formación morada, le acusa de «querer torpedear y boicotear al Ayuntamiento», hablando de la llegada del«apocalipsis». Desde el PSOE, Puri Causapié –portavoz municipal– se lamenta de que «Garrido ha visto en la oposición a Madrid Central una oportunidad para promocionarse en su partido».

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