Carmena indemniza a Ambasz con 1,4 millones por tumbar su museo y deja a los okupas en el edificio

Parte del inmueble se dedicará a la Biblioteca de Mujeres Marisa Mediavilla. El resto de usos se van a estudiar

Policías municipales en la puerta de La Ingobernable, en un intento fallido de desalojo GUILLERMO NAVARRO

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L a Fundación Emilio Ambasz va a recibir 1,4 millones de euros del Ayuntamiento de Madrid por anular el convenio a través del cual se tenía que entregar el edificio de la calle Prado, 30 al arquitecto –por 75 años y de forma gratuita– para erigir su museo. Desde que Ahora Madrid llegó a Cibeles tenía claro, y así lo manifestó públicamente, que acabarían con este acuerdo que selló r la anterior alcaldesa, Ana Botella (PP), a pocos días de finalizar su mandato en 2015.

Ayer, la portavoz municipal, Rita Maestre , anunció en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno que se había aprobado la indemnización por 1.415.000 euros a la Fundación Legado Emilio Ambasz por extinción –por mutuo acuerdo– de la concesión demanial de la que era titular el ente privado.

Según Maestre, en Centro no hay dotaciones suficientes para la diferentes necesidades de los ciudadanos y el inmueble de titularidad municipal, que permanece okupado por La Ingobernable desde mayo de 2017 (antiguos okupas del Patio Maravillas), se va a dedicar en parte a una biblioteca de mujeres que se va a denominar Marisa Mediavilla. «Vamos a resolver una necesidad acuciante, que es la visibilidad de las mujeres en espacio cultural», señaló la integrante de Podemos, para añadir que este espacio tiene «una enorme importancia simbólica, y es muy necesitado por la ciudad».

Plan de usos

El Ayuntamiento trabaja ahora en un plan de usos en el lugar que permitirá la permanencia de los okupas en la calle Prado, para los que hay abierto un procedimiento administrativo con el objetivo de echarles del inmueble. El Ayuntamiento se resiste a abrir la vía judicial, que sería la única opción para sacarles definitivamente. Como dejó entrever Maestre, ya existe normativa municipal (a través de la ordenanza de Cooperación Público Social) para que este colectivo pueda solicitar el uso del espacio. Hizo referencia a que Botella entregó otros edificios al tejido asociativo de forma «discrecional», «sin vía reguladora». «Todo lo que se haga en ese plan de usos será acorde a las ordenanzas municipales», pronunció.

El Consistorio no sabe qué plazos maneja para recuperar el edificio y dar vida a sus proyectos. «Ahora comienza un proceso que esperamos que sea lo más rápido».

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