Carmena y Colau se empeñan en volver a la Guerra Civil
Las dos regidoras han presentado la exposición «No pasarán. 16 días. Madrid 1936». La alcaldesa madrileña ha puntualizado a su homóloga, quien apoya a los golpistas catalanes, que es importante recordar que Madrid «luchó desde la legalidad»
Las alcaldesas de Madrid y Barcelona se han citado este martes en Madrid para presentar la exposición «No Pasarán. 16 días. Madrid 1936» , una muestra que versa sobre la batalla que libraron los madrileños contra los sublevados del 7 al 23 noviembre de 1936 para evitar que tomaran el control de la capital. Manuela Carmena y Ada Colau han ofrecido un discurso preliminar en el Salón Real de la Casa de la Panadería (Plaza Mayor, 17) para dar paso a la visita de la exhibición y su inauguración, ubicada en la Sala de Bóvedas. La invitada catalana ha sido la primera que ha tomado la palabra y, ensalzando los lazos entre las dos ciudades y la importancia que la Memoria Histórica tiene para sendas administraciones, ha remarcado que la batalla que se libró en Madrid no fue la de las dos españas. «Era una lucha de los que defendían la democracia contra el fascismo» , ha destacado.
Cuando Carmena le ha dado el relevo frente al micrófono ha matizado a su homóloga , quien ha brindado su apoyo al referéndum ilegal y reconoce al golpista Puigdemont como presidente de Cataluña. La ex jueza ha pronunciado: «Cuando se habla del horror de la guerra quizá falte decir que Madrid no sólo estaba manteniendo esa batalla por la democracia contra el fascismo, sino que además estaba manteniendo una batalla por la legalidad . A veces se nos olvida quiénes fueron los rebeldes», ha subrayado la líder de Ahora Madrid ante la atenta mirada de Colau.
La máxima representante de los madrileños ha repetido para poner el broche a su intervención que su ciudad «defendía la legalidad». « Eso es muy importante en estos momentos que se habla tanto de la legalidad , recordar que nuestros madrileños, cuyas expresiones vamos a ver en esta exposición, lucharon por la democracia, pero desde la legalidad, porque fueron otros los que la rompieron».
Las dirigentes locales no han querido atender a las preguntas de los medios de comunicación para evitar pronunciarse sobre los hechos más recientes de Cataluña : la Fiscalía alemana ha pedido a la Audiencia Territorial de Schleswig la tramitación de la extradición a España del expresidente Puigdemont por los delitos de rebelión y malversación de fondos públicos.
«No pasarán»... los periodistas
El cerrojazo informativo y la organización del acto han sido tan caóticas (hasta una compañera de Telemadrid ha resultado herida por la avalancha de medios) que, en honor al título de la exposición inaugurada, a los que se ha prohibido inicialmente el acceso a la Sala de Bóvedas para seguir los pasos de Carmena y Colau ha sido a los periodistas. Los gráficos sí han pasado sin problema. La imagen podía constar. Cuestión de aforo, argüían los diques de contención humanos mientras dejaban entrar a numeroso personal de las dos administraciones. Tras las quejas de los profesionales de la comunicación, finalmente han permitido que los periodistas que querían preguntar pudieran ser testigos.
No se han permitido tampoco los «canutazos» a la salida de la visita de las dos primeras ediles. Después de guardar un minuto de silencio en la Plaza Mayor por la última víctima de violencia de género, algunos de los concejales de Ahora Madrid presentes (Rita Maestre, Jorge García Castaño, Mauricio Valiente, Nacho Murgui, Celia Mayer y Yolanda Rodríguez), así como diferentes trabajadores de los dos ayuntamientos han formado una barrera humana para que los micrófonos y las grabadoras no se acercaran a las alcaldesas. «Celia Mayer va a hablar sobre la exposición», decía su responsable de prensa para centrar la atención en ella. Después, Colau ha permitido los «selfies» con los turistas catalanes que la paraban en en este emblemático paraje madrileño para alabar su gestión. Con una sonrisa se ha prestado a atenderlos.
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