La campaña despega en Sol bajo la sombra del 28-A

El PP se lanza a recuperar el voto y Cs se siente cerca de ganar, mientras el PSOE mira de reojo a las fuerzas a su izquierda y Vox no cambia el paso

Pedro Rollán y Manuela Carmena pasan ante la tribuna de autoridades JAIME GARCÍA

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Un fondo gris y una moqueta roja: el decorado de la celebración del Dos de Mayo era este año toda una metáfora en si misma de la situación: una institución en funciones en medio de la efervescencia electoral. A cuatro días de unos comicios generales que han marcado época, y a una semana del inicio de la campaña para las municipales y autonómicas, los resultados del domingo y los de dentro de cuatro semanas eran el monotema en todos los corrillos.

No tiene buena suerte el PP los últimos años con las fiestas del Dos de Mayo: lleva tres ejercicios celebrándolo en medio de la tormenta. En 2017, con el ex presidente Ignacio González en prisión y Cifuentes anunciando que se había terminado el tiempo de los corruptos; en 2018, con la ex presidenta dimitida y un titular en funciones, Ángel Garrido , que aún luchaba porque su partido le dejara continuar la tarea; y este 2019, con todos los ojos puestos en él, ahora afiliado a Ciudadanos.

Tras un primer paréntesis marcado por el discurso institucional del actual presidente en funciones, Pedro Rollán –«hemos aprovechado el tiempo todos estos años precisamente porque no nos hemos distraído en aventuras identitarias », destacó–, llegó la hora de la política.

Pablo Casado recordaba que tanto la región como la capital «cuando más han progresado ha sido con el PP». Muy cerca, Isabel Díaz Ayuso (candidata del PP) recordaba su promesa, adelantada por ABC, de transporte gratis para mayores de 65 años. Ángel Gabilondo (PSOE a presidir la Comunidad) propuso regalar a Madrid «una propuesta de reforma, transformación, modernización y progreso». Ignacio Aguado (Cs) advirtió al PP que «el centro está ocupado» por ellos. Rocío Monasterio (Vox) insistió en que su prioridad es «sacar a la izquierda» y recordó que «Madrid siempre ha sido un bastión en la defensa de la libertad». Errejón (Más Madrid) considera que los madrileños sólo recordarán de esta legislatura «un Metro colapsado y un máster falso».

Respecto a los candidatos municipales, José Luis Martínez-Almeid a hizo un llamamiento a los 230.000 madrileños que han votado a Vox y los 70.000 que lo hicieron a Cs , para pedriles «desde la humildad» que «no puede ser que siendo nosotros más, gobierne la izquierda». Ortega Smith , candidato de Vox a la Alcaldía, apeló al espíritu del Dos de Mayo para acabar con «los enemigos de la nación española».

Pero más allá de los informes oficiales, llegó la hora de los análisis políticos, todos mirando al 26-M. Entre los populares, abunda una opinión: «El PP no lo ha podido hacer peor; Vox nos ha ganado por los deméritos nuestros. Las listas están muy mal hechas y eso se va a pagar, como ya hemos visto en algunos lugares», recordaba un ex alto cargo.

El Titanic

Otros veteranos afiliados con muchas horas de vuelo recordaban que «en Madrid es donde más parecidos son los resultados de las generales y las autonómicas», pese a lo cual confiaban en poder remontar y conseguir superar a Ciudadanos en «cuatro o cinco puntos».

En la formación naranja reinaba el optimismo: han visto el «sorpasso» en las generales en la región –no así en la capital– y sienten que pueden repetirlo el próximo 26-M. La situación les recuerda, dicen, a la orquesta del Titánic , que seguía tocando cuando el barco ya se hundía. No obstante, hay dirigentes naranjas que prefieren una actitud más prudente y «no echar las campanas al vuelo» porque «Madrid siempre ha estado más a la derecha, sobre todo la capital».

En todo caso, para un hipotético gobierno en la Comunidad, avanzan que habrá algunas líneas rojas que no están dispuestos a rebasar: por ejemplo, no admitirán un paso atrás en cuestiones como los avances en leyes contra la LGTBIfobia o en materia de política fiscal. No se fían de Ángel Gabilondo; pese a reconocer que no es ni de lejos un radical peligroso, apuntan que nunca discute las instrucciones de Pedro Sánchez ni sus políticas.

Ganar y gobernar

En el PSOE, por su parte, están convencidos de que esta vez puede ser la definitiva: después de décadas de derrotas electorales en Madrid, rozan con los dedos la posibilidad de ganar. Pero, advierte un diputado con mucha experiencia, «ganar no significa gobernar». En esta ocasión, temen que la división por la izquierda les impida formar gobierno en la Comunidad. Y en el Ayuntamiento el análisis es peor, por la debilidad del candidato.

Un politólogo experto y alejado de la lucha partidista hacía la siguiente lectura ayer: «Ganará la derecha, porque la izquierda está dividida y además se equivoca en su enfoque: carga contra Vox en lugar de hacerlo contra el PSOE, que sería su única manera de sumar votos».

A este experto le parece que Errejón «no tendrá un buen resultado porque la suya es una candidatura personalista y caudillista , y eso no cuaja». Lo mismo ocurre con el Más Madrid de Manuela Carmena, indica, que «una vez en campaña, empezará a recibir tortas, algo que hasta ahora no le ha pasado». La desmembración de Podemos en dos fuerzas, Más Madrid por un lado y Unidas Podemos junto con otras fuerzas por otro, sólo conseguirá debilitar a este sector, sobre todo «si Pablo Iglesias entra en campaña para cargar contra Errejón», pronostica.

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