Averías, retrasos y fallos, la pesadilla diaria del Cercanías

Problemas en el mantenimiento de los trenes o en las infraestructuras han causan demoras en un servicio que realiza 232 millones de viajes al año

Personal sanitario atiende a los heridos por el choque de un tren contra el tope en la estación de Cercanías de Alcalá EFE
Sara Medialdea

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La imagen de cerca de 200 madrileños caminando por las vías del tren a las puertas de la estación de Atocha , el pasado 6 de noviembre, fue el aldabonazo que puso el foco sobre un servicio de transportes, el Cercanías, que en Madrid realiza más de 230 millones de viajes cada año y que en los últimos tiempos sufre un rosario de incidencias, averías y retrasos.

La red de Cercanías cuenta con nueve líneas que recorren 370 kilómetros de vías férreas. Tienen 1.300 circulaciones cada día, para atender a una demanda que supera los 800.000 viajeros cada jornada . Con cada nueva avería, y su correspondiente retraso, las redes sociales arden con las críticas feroces de unos usuarios cada vez más irritados y cansados de una situación que se repite con demasiada frecuencia.

No son casos aislados

Sólo con un somero repaso a lo ocurrido desde ese fatídico 6 de noviembre en el que los viajeros tuvieron que echarse a la vía para llegar a sus destinos, se comprueba que no es un simple caso de incidentes aislados. Ese día, un tren se detuvo tras accionar un pasajero el freno interior. Esto provocó la paralización del tráfico ferroviario y, tras comprobar que no había peligro, se procedió a evacuar el convoy y dirigir a sus ocupantes vía adelante hasta la estación. Consecuencia : un caos considerable y afección a las siete líneas de Cercanías cuyo recorrido pasa por Atocha.

Por si fuera poco, otras dos averías ese mismo día terminaron de redondear la tormenta perfecta: una a las 6.55 en la estación de Recoletos, y otra a las 8.05 en Atocha.

Diciembre empezó con la queja de los municipios del sur por el mal funcionamiento de la C3 y seguía con averías, anuncios políticos y, como remate, el accidente

Las incidencias –que se producen casi a diario, según recogen los usuarios en las redes sociales– tienen más repercusión cuando se producen coincidiendo con las horas punta, ya que entonces son cientos de miles los viajeros afectados. Diciembre ha sido un mes especialmente negro en este servicio: empezaba con la queja de los municipios del sur que exigían a Fomento inversiones en la línea C3, la que más problemas acumula. Y seguía con averías y retrasos, anuncios políticos y, como remate, un accidente.

El día 4, la estación de Sol estuvo sin servicio durante cuatro horas, provocando con ello retrasos de consideración en varias líneas. Ante la imposibilidad de usar esta céntrica estación , desde Cercanías se recomendó a los viajeros a bajar en Chamartín, Nuevos Ministerios o Atocha, lo que provocó fuertes aglomeraciones en las estaciones de Metro coincidentes.

24 horas después, hubo una nueva avería en los trenes dirección Colmenar, que tenían que acabar en Chamartín. Y una avería en la instalación a la altura de la estación de Nuevos Ministerios provocó también retrasos. El 9, el problema se dio en las instalaciones de Atocha. Y el 15, la línea C5 estuvo cortada cuatro horas por un fallo eléctrico en la catenaria.

Reunión política

La repetición de los incidentes y las cada vez más insistentes quejas de los usuarios llevaron a la presidenta de la Comunidad de Madrid a plantear públicamente la necesidad de un encuentro con Fomento para abordar el tema. La reunión se produjo en los segundos niveles: entre el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño , y la consejera de Transportes, Rosalía González .

El responsable de Fomento anunció la elaboración de un diagnóstico de la situación que se haría público en marzo, acompañado de un plan de inversiones «realista» , y no como otros aprobados años atrás bajo gobierno socialista y que nunca se llevaron a cabo. 72 horas después, sin embargo, sorprendentemente el Consejo de Ministros aprobaba una inversión extra de casi 203 millones de euros anuales. Las líneas más beneficiadas por este plan de mejoras serán Móstoles El Soto-Atocha-Fuenlabrada-Humanes, y Coslada-Madrid.

El choque de Alcalá

En Cercanías achacan los problemas que están sufriendo en los últimos tiempos a múltiples factores: a veces son «averías en el mantenimiento de infraestructuras, otras por mantenimiento de los trenes». Ha habido problemas en el carril , o por señalización, o por la catenaria ... Y el remate de una malísima temporada lo puso este viernes un accidente en la estación de Alcalá, donde un tren chocó contra el tope cuando entraba en la estación.

Fuentes sindicales apuntan a otras causas que también afectan. Entre ellas, el tapón que se forma en Atocha por las obras en algunas vías, o el hecho de que, desde que se liberalizó el transporte de mercancías por ferrocarril, «estos trenes tienen preferencia de paso sobre los pasajeros».

El diputado regional socialista Daniel Viondi recordaba el viernes, tras el accidente de Alcalá, que «ya son muchos meses con problemas en el servicio», y pedía actuaciones.

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