Villares sigue respaldando a la eurodiputada antivacunas como aliada de la Marea en la UE

El líder de la confluencia cree que Lidia Senra no está inhabilitada para continuar en Bruselas

El lider de En Marea, Luís Villares, en rueda de prensa MIGUEL MUÑIZ

MARIO NESPEREIRA

La eurodiputada Lidia Senra se desmarcó de la «línea política» de En Marea al cuestionar abiertamente la «seguridad» de las vacunas , pero sus dudas no la inhabilitan para seguir siendo portadora del mensaje rupturista en Bruselas. Al menos así lo cree el líder de la confluencia, Luís Villares, que ayer salió de nuevo a dar la cara por la parlamentaria, mientras las organizaciones que la promovieron en el pasado —como Anova o Esquerda Unida— se desvinculan cada vez más de su papel.

Según el magistrado en excedencia, no se puede condenar la trayectoria de Senra por mucho que sus polémicas opiniones hayan desencadenado una cascada de reprobaciones desde la izquierda radical. Fue así desde que la pasada semana trascendiera el contenido de una de sus preguntas dirigidas a la Comisión. En el texto, Senra interpelaba al ejecutivo de Juncker sobre la recomendación de retirar la vacunación obligatoria en los Estados miembros, dados los efecto secundarios y que «nadie ha podido comprobar la seguridad» de las dosis .

«Que una persona en un aspecto concreto no sea representativa de la línea de un espacio, no significa que quede inhabilitada para esa representación» , razonó Villares en rueda de prensa. A partir de ahí, la confluencia cree que la polémica no tiene mayor recorrido. Sobre todo, después de que la organización publicara un comunicado explicando «cuál es su postura» en relación con la sanidad, y recalcando la importancia de las vacunas para salvar vidas y evitar enfermedades.

Pero, además, el portavoz de los rupturistas reconoció que entre su partido y la eurodiputada no existe ninguna «relación orgánica» que la forzara a renunciar a su acta en caso de que se lo exigiese la Marea. Hay, en todo caso, una relación de «cooperación» y de «colaboración leal» , apostilló Villares. De hecho, Senra es un verso suelto en la Eurocámara. A pesar de postularse por las listas de la Alternativa Galega de Esquerda (AGE) en 2013 y pasar a integrar el Grupo de la Izquierda Plural, el pasado mes de marzo decidió romper amarras y adherirse a la disciplina de la Izquierda Confederal.

«Gran trabajo»

La compleja red de complicidades en el universo rupturista no impidió que Villares resaltara el «gran trabajo» desarollado por la dirigente a la hora de «defender los intereses» de Galicia , especialmente en ámbitos como el de la pesca o el agro. Y así seguirá siendo —añadió— del mismo modo que los eurodiputados adscritos a Podemos o a Esquerda Unida son considerados afines por la confluencia.

Aún así, no es la primera vez que la figura de Senra se ve envuelta en un caso de indisciplina interna . Durante su militancia en el Sindicato Labrego Galego (SLG), estrechamente ligado al Bloque, ya se enfrentó directamente con un sector de la UPG, el «núcleo duro» del frente. El motivo: sus reticencias a respaldar las políticas que el nacionalista Alfredo Suárez Canal estaba diseñando al frente de la Consellería de Medio Rural. El choque llegó a tal extremo que algunos círculos de la «U» reaccionaron promoviendo la creación de una organización agraria que sirviera de antítesis al SLG: la Federación Rural Galega.

Balones fuera

Al margen de los problemas de Senra en el pasado, la confluencia quiso aprovechar la ocasión ayer para explorar la conocida estrategia de que, en ocasiones, la mejor defensa es un buen ataque. En ese sentido, Villares trató de desviar el foco de las críticas hacia la Xunta. Concretamente, señaló con nombre y apellidos al único responsable que, según él, debía renunciar por la gestión de la sanidad: el conselleiro Jesús Vázquez Almuíña. Y con él, los dos altos cargos del Sergas investigados el caso de los medicamentos contra la hepatitis C. «Deben dimitir inmediatamente, y en la medida en que Feijóo los mantiene, también es responsable de esta situación» , aseveró.

Precisamente desde el PPdeG, su portavoz parlamentario, Pedro Puy, eludió hacer escarnio sobre el último revuelo en la izquierda gallega. Preguntado sobre la posibilidad de que los populares europeos exigiesen su renuncia en Bruselas, recordó que Senra «ya fue desautorizada por su grupo» . En consecuencia: «Esa decisión se la dejamos a ellos», sentenció.

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