Rastrean dos pozos en la búsqueda de nuevas pistas sobre la desaparición de Sonia Iglesias

Miembros de la Unidad Especial de Subsuelo y Protección Medioambiental desplazados desde Madrid han buscado en Pontevedra nuevas pistas sobre la desaparición de Sonia Iglesias. Los operativos de ambos cuerpos han concentrado esfuerzos en dos pozos situados en las proximidades de la parroquia de San Mauro , en el entorno del cementerio municipal. Una zona muy cercana a la vivienda familiar de Julio Araújo , pareja de la desaparecida y el principal señalado por el caso.

Según fuentes de la investigación consultadas por Europa Press, los pozos no habían sido inspeccionados con anterioridad. Tampoco en el mes de febrero, cuando el Laboratorio Móvil de la Policía Científica acometió un rastreo con georradar en la finca de San Mauro en presencia de Araújo. Los resultados, sin embargo, no arrojaron nuevos hallazgos. El pasado mes de junio la justicia d ecretó por segunda vez el archivo provisional del caso por falta de pruebas.

No obstante, la investigación policial no se ha detenido. Tal y como publica este viernes Diario de Pontevedra, la búsqueda en los pozos se extendió durante más de tres horas y fue coordinada por el fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro. Con todo, el nuevo despliegue policial tampoco parece haber propiciado grandes avances. El interior de uno de los pozos estaba seco, y el otro tampoco presentaba indicios de la presencia de la mujer.

La pista de Iglesias se perdió el 18 de agosto de 2010, hace ya ocho años. Durante la instrucción de la causa, Araújo resultó investigado pero la Audiencia provincial decretó el archivo de la causa en 2015, contra el criterio de la Fiscalía y los familiares.