PLENO EN LA CÁMARA GALLEGA
La propuesta del BNG de implantar un modelo eléctrico propio fracasa en el Parlamento
Populares y socialistas votan en contra de la idea del frente de establecer una «nueva relación energética» de Galicia con el Estado
Los votos en contra del PP y el PSdeG malograron este martes la propuesta del BNG de implantar un nuevo modelo eléctrico en Galicia. La iniciativa de los nacionalistas, camuflada bajo la petición de una nueva «relación energética» entre la Comunidad y el Estado , pivotaba sobre el impulso a una tarifa eléctrica propia, la liberación del sistema de peajes para las empresas electrointensivas a cambio de compensaciones sociales y la rebaja del IVA al 4%. «Hay que acabar con el modelo centralista que está causando pobreza energética, expolio de nuestra riqueza y destrucción de empleo», ha proclamado la líder de frente, Ana Pontón.
El pleno celebrado en el Parlamento ha venido precedido por noticias como el anuncio de cierre de Meirama, la crisis de Alcoa o el temor a nuevas turbulencias para el empleo de Ferroatlántica. En contraposición a esas perspectivas «dramáticas», Pontón que ha encuadrado su propuesta como una «solución» para el refuerzo de la actividad y el blindaje de los puestos de trabajo.
Para el BNG, el sistema de la interrumpibilidad ha demostrado ser factor “perverso” para la economía de Galicia y ha cargado contra los ejecutivos de Galicia y España por no ser «valientes» y apostar en su momento por la «nacionalización» de Alcoa , solución que antaño también reclamó En Marea, con un rescate a través de la SEPI.
En ese contexto, Pontón ha propuesto «plantear al Estado una nueva relación energética con Galicia» aprovechando la capacidad de producción excedentaria de la Comunidad. «La electricidad que se genera aquí no vale para que las eléctricas ganen más y más, sino para desarrollar el país y para crear empleo de la calidad» , ha afirmado.
En concreto, el Bloque ha considerado justo «que se rebaje el IVA del 21% al 4%» para aliviar las economías familiares y los costes de las pymes, cambiar la «consideración social» de la energía para que se refuerce su carácter de «bien básico», liberar los peajes para las electrointensivas bajo garantía de «inversiones» y mantenimiento del empleo, y desarrollar la tarifa eléctrica propia, uno de las propuestas históricas del nacionalismo gallego.
«Matracas nacionalistas»
Desde el Partido Popular, la diputada Marta Nóvoa ha recalcado la frecuencia con la que el BNG lleva el debate sobre el sistema eléctrico a la Cámara y ha refutado algunos de sus argumentos, como los presuntos privilegios del País Vasco. «Deje de inventarse matracas nacionalistas de que existen tarifas vascas» , ha destacado. Los populares rechazan el modelo propio por tres motivos: «por ser un mal negocio» (hace año y medio varios expertos cifraron el déficit en 300 millones al año), por «ser insolidaria con el resto de España» y porque «excede las competencias que tenemos como autonomía». No faltaron tampoco las menciones a la alianza del Bloque con ERC y Bildu para las europeas: «Los gallegos preferimos aliarnos con la legalidad, no con extremistas ni con aliados del terrorismo».
Los socialistas, por su parte, han rechazado la iniciativa de los de Pontón pero han defendido al mismo tiempo la inclusión de algunas de sus medidas dentro del pacto para sacar adelante los Presupuestos en Madrid . Abel Losada ha enumerado, por ejemplo, la revisión del «pago por capacidad» en el sistema, la implantación de un «estatuto para las electrointensivas» o la dotación de 50 millones de euros para la estrategia nacional contra la pobreza energética, de los cuales 2,5 llegarán a Galicia.
En En Marea, Pancho Casal ha enmarcado los problemas de las electrointensivas como «síntoma» de las fallas «generales» del sector eléctrico en España y ha reclamado, dentro de su propuesta de renovación, modificar una fiscalidad “absolutamente irracional”, poner fin a las puertas giratorias y eliminar buena parte de los «inventos» que a su juicio los Gobiernos fueron incluyendo en los peajes «como regalo multimillonario a las empresas». Aún así, los rupturistas han dejado claro que la prioridad, lejos de tintes nacionalistas, es la mejora del servicio: «Lo importante es que baje la tarifa de verdad, no el apellido que se ponga» , ha sentenciado Casal.
