La Policía desempolva la causa del crimen de un empresario de Vigo asesinado a tiros hace 18 años

La juez archivó en 2016 la causa por falta de pruebas contra su exmujer y la pareja sentimental de esta

Los juzgados de Vigo, en una imagen del pasado 1 de marzo Miguel Muñiz

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Este sábado se cumplen exactamente 18 años del crimen. De aquel 2 de abril del año 2004 en el que Manuel Salgado Fernández fue asesinato de un tiro en la cabeza . Ocurrió en el garaje del número 46 de la calle Rosalía de Castro de Vigo, donde este empresario, que tenía 56 años, guardaba su coche. Una muerte que los investigadores siempre asociaron a un ajuste de cuentas, un crimen por encargo, y en el que incluso hubo detenidos, pero que acabaría archivándose por falta de pruebas . Ahora, 18 años después, la Policía ha vuelto a ponerse manos a la obra para tratar de esclarecer las circunstancias del crimen. Un caso que, de seguir bloqueado, prescribiría en 2026.

La familia de Manuel Salgado, especialmente su única hermana y los sobrinos de la víctima, llevaba años batallando en los tribunales para la reapertura del caso. Los allegados del empresario vigués movieron cielo y tierra en busca de alguna pista e incluso contrataron los servicios de un equipo de criminólogos. El pasado mes de diciembre por fin lo consiguieron. Con esos informes y otros mimbres, el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo consideró que había razones suficientes para desempolvar la causa. Ahora, según han explicado a ABC fuentes policiales, las unidades centrales de homicidios de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación . Y los agentes, desplazados desde Madrid, han retomado esta semana sus pesquisas, en una causa que permanece bajo secreto de sumario.

La sombra de un ajuste de cuentas o de una venganza siempre planeó sobre la muerte de Manuel Salgado. «Nosotros los vemos muy evidente, solo hay que pensar quién se benefició del asesinato de mi tío, pero faltan pruebas», relataban sus sobrinos a Europa Press en diciembre, cuando mostraban su «esperanza» en que el caso pueda por fin resolverse. Tras el crimen, la Policía detuvo a su exmujer, María del Sol P., directora del Colegio Lar de Mos, de quien se había separado en un proceso muy tormentoso tras 25 años de un matrimonio que no había sido precisamente una balsa de aceite: ella incluso había contratado un detective privado para que le espiase por una supuesta infidelidad amorosa, por lo que acabaría siendo condenada a dos años y medio e cárcel por el Tribunal Supremo.

Tras el crimen, la juez vio indicios suficientes para detener a María del Sol P. y también a Javier G., su compañero sentimental. Sin embargo, quedaron libres por tener coartada : varios testigos confirmaron que mientras Manuel se desplomaba en el parking por un disparo, ellos estaban en casa. Y la Audiencia de Pontevedra ordenó archivar el caso por falta de pruebas.

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