El paro del transporte se diluye en Galicia y la normalidad regresa a las carreteras

La rebaja del combustible y las ayudas directas apagan las protestas de los camioneros, aunque hay empresas que siguen solicitando escolta policial

Las lonjas retoman su actividad de forma gradual, pese a algunos piquetes

Aspecto que presentaba la AP-9 a su paso por Santiago, este martes por la tarde MIGUEL MUÑIZ

Patricia Abet

los últimos coletazos de la huelga de transportes en Galicia, una de las comunidades en las que con más intensidad se vivieron las protestas, dieron paso este martes a una jornada de relativa normalidad que nada tuvo que ver con las estampas de tensión de días pasados. Rebaja de los combustibles mediante y con la promesa de ayudas directas por vehículo, los camioneros volvieron a rodar de forma mayoritaria acelerando el flujo de productos y mercancías tras dos semanas de severo desabastecimiento y paros permanentes. Aunque en muchos supermercados y superficies comerciales se seguía notando la falta de suministros —caso de la carne o los lácteos—, desde la delegación del Gobierno en Galicia confiaron en que a lo largo de la semana la normalidad se recupere al «cien por cien» en la Comunidad.

Según destacó el delegado José Miñones durante un acto en Portomarín, el «seguimiento es mucho menor» a raíz del acuerdo del Gobierno con el Comité Nacional del Transporte por Carretera y tras las medidas anunciadas, de manera que se está «recuperando la actividad del transporte» con «jornadas mucho más tranquilas». Pese a todo, sigue habiendo empresas que echan mano de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional para que custodien sus vehículos hasta que lleguen a destino. Una cifra que en los 16 días de paro elevó el número de camiones o furgones escoltados por encima de los 4.000 en las carreteras gallegas, y que explica que, pese a la paulatina mejora de la situación, los efectivos sigan abiertos a prestar este servicio a las empresas que lo soliciten para evitar los encontronazos con los piquetes.

En línea con esta política de control, las cuatro subdelegaciones provinciales permanecen en contacto directo con industrias y áreas empresariales, así como infraestructuras de comunicación —caso de los puertos, una de las localizaciones más afectadas—, para garantizar el derecho de aquellas empresas que han optado por seguir con su actividad. También se mantienen en alerta los dos mil efectivos desplegados como parte del dispositivo policial que ha tratado de mantener a raya los paros. El resultado de esta huelga de dos semanas, desatada por el alza de los combustibles, no solo es visible en las estanterías de los supermercados, sino también en las intervenciones policiales a las que dio lugar: 656 personas identificadas, 20 investigados y 14 detenidos por los daños ocasionados a pie de carretera.

De vuelta a faenar

La situación en el mar, que detuvo su actividad como forma de presión, también va regresando a la normalidad. El presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca de Vigo (ARVI), Javier Touza, definió la situación actual del sector pesquero como «calma chicha», y esperó que a «corto plazo» se pueda volver a la normalidad. En declaraciones a Ep, Touza señaló que la mayoría de la flota está pescando, incluso la del cerco, que salió este fin de semana a faenar. Sobre el necesario enlace que supone para el sector el transporte rodado, el portavoz indicó que ya desde el lunes «pudieron salir camiones con pescado con bastante normalidad» y esperó que esa «normalidad» se mantenga de cara el futuro.

Con la flota y las principales lonjas retomando su ritmo habitual, desde la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores se aferran a las promesas del Gobierno para que volver al trabajo no les siga costando dinero. «Pagar 35 céntimos por litro de combustible y exención de la Seguridad Social hasta el mes de julio son dos medidas suficientes volver a faenar y no pescar a pérdidas», indicó el representante de la Federación y a su vez patrón mayor de Burela, Basilio Otero.

La radiografía puerto por puerto en Galicia evidencia el fin del paro y una recuperación de la actividad «en parte de bajura, litoral y cerco». Buen ejemplo de ello es que este martes se descargaron más de 100 toneladas de pescado, la mayor parte de caballa y especies pelágicas, aunque «parte de la altura» todavía sigue sin faenar. Además, los cerqueros están en campaña de bocarte por Asturias, Cantabria y País Vasco. Sobre los piquetes, informan, solo se mantienen en la lonja coruñesa, pero sin altercados.

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