El director de ABC, el periodista Juan Vicente Boo y Francisco Vázquez, exalcalde de La Coruña y exembajador
El director de ABC, el periodista Juan Vicente Boo y Francisco Vázquez, exalcalde de La Coruña y exembajador - MUÑIZ

«El Papa Francisco consigue con la alegría cosas inalcanzables antes»

El corresponsal de ABC en el Vaticano presenta su libro con Francisco Vázquez y Bieito Rubido

La Coruña Actualizado: Guardar
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Juan Vicente Boo es uno de ese ramillete de «privilegiados» con quien el Papa conversa en la cabina del avión al regreso de sus viajes por el mundo. Las anécdotas de esos y otros momentos y el conocimiento acumulado en casi dos décadas como corresponsal de ABC en el Vaticano los compartió ayer con los coruñeses que llenaron el auditorio de la ONCE. En él, este veterano periodista de A Pobra do Caramiñal presentó su libro «El Papa de la alegría» acompañado de Francisco Vázquez, exembajador de España ante la Santa Sede y exalcalde de La Coruña, y de Bieito Rubido, director de ABC. Si el primero destacó el «prestigio y el reconocimiento» del que goza Boo entre la Curia en Roma, el segundo resaltó que «es el mejor vaticanista español y uno de los más prestigiosos del mundo», con una sabiduría que sabe administrar a diario con enormes dosis de «prudencia y sensatez».

«A Francisco hay que verlo en continuidad con san Juan Pablo II y con Benedicto XVI»
Juan Vicente Boo Autor de «el papa de la alegría»

«Muchos intentan comprenderme desde fuera, pero solo se me entiende desde dentro». Esta frase de san Juan Pablo II, cuyos últimos ocho años de pontificado siguió Boo, han marcado la actitud con la que este cronista gallego narra lo que ocurre tras los muros de San Pedro. Así lo hace ahora en esta obra, editada por Espasa, donde sintetiza «los rasgos de la personalidad de Francisco, los ejes de su pensamiento y las directrices de su actuación». «Hace cosas a más velocidad y de más alcance que Juan Pablo II, por eso me animaron a hacer un balance —explica—. Yo he puesto el contexto que sé de asuntos económicos, militares o internacionales». Y es que antes de recalar en el Vaticano, Boo pasó cinco años en Bruselas y ocho en Nueva York.

Confesión en el avión

Hace pocos días, en el vuelo a Malmo, en Suecia, por el quinto centenario de la reforma protestante, se acercó al Papa para «confesarle» que también él había escrito una publicación sobre su figura. «Por él brillo de sus ojos supe que el título le gustaba. Me dijo: "Quisiera serlo, pero necesito mucha ayuda"». En la dedicatoria a la madre del autor, escribió:«A Carmucha, con mi bendición y pidiéndole que rece por mí».

«Es el mejor vaticanista español y escribe con prudencia y sensatez»
Bieito Rubido Director de ABC

Boo emplea tres «dimensiones» a la hora de encarar su tarea periodística en el Vaticano: mirada en el tiempo, pues «Francisco pone en prácticas cosas que Benedicto XVI no pudo lanzar. Hay que verlo en continuidad con él y con Juan Pablo II»; mirada en profundidad, pues «el Vaticano es solo un 1% de lo que pasa en la Iglesia»; y mirada en lo invisible, pues «Francisco es como un iceberg, tiene mucho por debajo. Es un ajedrecista con gran corazón. Calcula dos o tres jugadas por delante del resto».

No ocultó las controversias que suscita, especialmente en Europa, y aseguró que al Papa «no le molestan las críticas ni los desacuerdos», aunque advirtió que es «un Papa televisivo y hay que ver sus gestos cuando dice algo para interpretarlo bien». Sin embargo, Boo tampoco obvió los frutos que estar en primera línea le permite comprobar, sobre todo en América:«Francisco está consiguiendo con la alegría cosas inalcanzables antes. Veo su eficacia. Soy optimista. Y él también, aunque no se cree nadie». «Su legado será parecido al de san Francisco de Asís —afirmó—. Su manual es el Evangelio y ha puesto en marcha un giro de renovación hacia los primeros momentos del cristianismo. Lo iremos viendo».

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