Ocho días de peregrinaje contra el empobrecimiento de las pensiones

Una asamblea de pensionistas ante la sede del Gobierno gallego en San Caetano (Santiago), seguida de una manifestación posterior hasta San Lázaro y un trayecto de diez kilómetros a pie marcarán el inicio el próximo lunes de las movilizaciones programadas por CC.OO. y UGT en Galicia en apoyo de la concentración central convocada por las organizaciones sindicales el día 9 en Madrid para exigir la reversión de la reforma del sistema de pensiones de 2013, garantizar el ajuste de las prestaciones a la subida de los precios y denunciar el empobrecimiento que acecha a un colectivo que durante los años de recesión ha resultado vital para el sostenimiento de muchos hogares.

Un segundo grupo tomará el día 3 el relevo en Lugo, completando otros diez kilómetros en dirección Benavente. El miércoles la marcha gallega confluirá en Ponferrada con las iniciadas en Castilla y León y Asturias. Juntos, los pensionistas de las tres comunidades llegarán el día 9 al acto central en Madrid.

«Hay que introducir el debate del problema de empobrecimiento real de los pensionistas y de los futuros pensionistas», apuntó ayer en rueda de prensa el secretario xeral de UGTGalicia, José Antonio Gómez, subrayando que alrededor del 40% de las pensiones en Galicia —las más bajas del conjunto estatal, sólo por detrás de Extremadura— se sitúan en el entorno de los 600 euros, cuando el límite utilizado en 2016 para delimitar el umbral de pobreza y exclusión social se situó en 677,6 euros mensuales en España.

Gómez subrayó la urgencia de «derogar el factor de sostenibilidad» introducido en 2013 con la reforma del sistema de pensiones, y garantizar que las cuantías vuelvan a ajustarse en función de la inflación, que este año, apuntó, asciende al 1,6%, frente al 0,25% de revalorización de las prestaciones.

En la misma línea, Ramón Sarmiento, secretario xeral de CC.OO.-Galicia, demandó el regreso al escenario anterior a la reforma legislativa de 2013, cuando el Partido Popular, sostuvo el representante sindical, «quebró» de forma «unilateral» el consenso previo sobre el sistema de pensiones. Asimismo, Sarmiento instó a ponerse a trabajar en la mejora de la «financiación» del sistema , que requiere, consideró, de instrumentos de corrección a corto y medio plazo, atajando la «precariedad» de los contratos de trabajo que afecta a la baja recaudación de la hucha de las pensiones.