La magistrada lucense Pilar de Lara
La magistrada lucense Pilar de Lara - EFE

Jueces gallegos: «Todos sabemos que De Lara tiene muchas grabaciones»

La filtración de conversaciones privadas de dos jueces criticando a la instructora causa estupor en la carrera judicial

El informe de Aduanas ve la luz cuatro días después de la queja del Colegio de Abogados de La Coruña al CGPJ

Santiago Actualizado: Guardar
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El jueves trascendía que el Colegio de Abogados de La Coruña había presentado una queja formal ante el Consejo General del Poder Judicial por las presuntas irregularidades cometidas por Aduanas en el registro de un despacho profesional en la ciudad herculina, en el marco de unas actuaciones ordenadas por la juez Pilar de Lara, que además han dado pie a la apertura de diligencias por parte de la Fiscalía. Cuatro días más tarde, De Lara se convierte en la víctima, después de que trascendieran críticas contra ella vertidas por dos compañeros de la carrera judicial en sendas conversaciones privadas, incorporadas por Aduanas a un informe para una causa investigada por la Audiencia Nacional y que el juez Eloy Velasco ha remitido a Lugo.

Acción, reacción.

Jueces interpelados no ven relevancia en las palabras filtradas, por entrar dentro de la esfera privada

El pinchazo telefónico a un empresario investigado por Velasco en el marco de un posible fraude fiscal en carburantes arrojó varias conversaciones de éste con dos jueces gallegos, uno de Instrucción en Lugo y otro de Vigilancia Penitenciaria en Pontevedra. En el transcurso de las mismas, sin relevancia aparente con la causa investigada, se suceden descalificaciones hacia De Lara como «loca perdida», «le va a caer un fustigazo», «lo tiene bien merecido» o «además de torpe, de incompetente, destila maldad por todos los poros».

Aduanas dice ver en estas expresiones «amenazas» a la juez y por ese motivo lo incorpora a su informe, detalla Ep. Aduanas es el cuerpo empleado casi en exclusiva por Pilar de Lara para funciones de Policía Judicial en sus macrocausas contra la corrupción.

Malestar en la judicatura

Lejos de solidarizarse con la aparentemente atacada juez De Lara, sus compañeros de profesión mostraban ayer su sorpresa por el hecho de que se incorporasen a una causa judicial conversaciones de índole privada sin relación con el objeto de la investigación. Fuentes judiciales consultadas por ABC descartaron que las expresiones de los jueces tengan «ni relevancia penal, ni tan siquiera disciplinaria», porque estas se producen «no como una crítica pública», sino dentro de una esfera íntima de privacidad. Sin embargo, apuntan, la publicación de estas manifestaciones

«genera un perjuicio en su reputación que no se puede deshacer». «Todos sabemos que De Lara tiene muchas grabaciones», aseguraron a este periódico las citadas fuentes, «y en ellas puede aparecer cualquiera».

Es el fruto de los centenares de investigados en la media docena de macroprocesos que impulsa desde su juzgado y que, tan pronto salen de ellos en forma de piezas separadas, son archivadas por otros órganos alegando ausencia de indicios. Así ha ocurrido hasta el momento con ocho causas menores.

Las fuentes consultadas no ven opciones a que prospere la queja al CGPJ de los abogados coruñeses

La generalización de los pinchazos telefónicos ha llevado a una situación de psicosis entre la clase política gallega en los últimos años, que evitaba hablar de casi cualquier cosa por teléfono, como medida de precaución ante una posible interpretación equívoca de sus palabras que pudiera derivar en una imputación y, a la larga, en su salida forzosa del cargo. En algunos casos, como el del exalcalde Ferrol y actual conselleiro José Manuel Rey Varela, la juez lo imputó por una grabación telefónica sin comprobar previamente su identidad. Siete meses después, se vio obligada a rectificar.

«Mensaje a navegantes»

En el ámbito judicial, no descartan que la filtración de estas conversaciones sea «un mensaje a navegantes por si alguien quiere ir contra De Lara» y sus controvertidos métodos de instrucción, cuestionados privadamente por el grueso de sus compañeros y por la totalidad de los abogados defensores en las causas que dirige. «No se pueden mantener instrucciones abiertas durante cuatro y cinco años», reprochan estas fuentes, «acumula causas y luego no salen las cosas, es una espiral de la que no sale».

Esta práctica, generalizada en los procesos de De Lara, ha llevado a que las defensas de sus investigados hayan presentado ante el CGPJ numerosas quejas por dilaciones indebidas, que no han recibido respuesta, dada la doctrina del Consejo General de no tomarlas en consideración hasta que rematan las instrucciones.

Otros abogados consultados tampoco descartan que la aparición de estas conversaciones sea una medida preventiva ante las posibles consecuencias que pueda tener para De Lara el registro en el despacho de un abogado coruñés denunciado por el Colegio, y que recibió amparo expreso y unánime del Consello Galego da Avogacía.

No obstante, las citadas fuentes judiciales se mostraron pesimistas sobre que esta queja ante el CGPJ pueda prosperar. «Es poco probable que tenga relevancia disciplinaria», aludiendo a la jurisprudencia diversa y no coincidente en este tema. Ahora solo queda esperar al próximo movimiento de la juez.

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