Gonzalo Caballero escenifica «unidad» en Pontevedra para maquillar la crisis interna del PSdeG

Gonzalo Caballero maniobra para que el proceso de selección de delegados provinciales del PSdeG para el próximo Congreso Federal del PSOE no abra nuevas fisuras en su cuestionado liderazgo. El secretario general de los socialistas gallegos y el alcalde de Vigo, su tío Abel Caballero , han escenificado este miércoles una imagen de «unidad» , presentando una lista única de delegados por Pontevedra, que pidieron que se replique en las otras tres provincias gallegas. Gonzalo Caballero no quiere que sus detractores aprovechen este proceso para debilitar su débil liderazgo ya antes de las primarias. La lista unitaria por Pontevedra la encabezará el alcalde de Vigo y la cerrará el secretario general el PSdeG.

Tras la fotografía, tomada ante el Museo Marco de Vigo, y en la que ha posado también la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, el líder de los socialistas gallegos y el alcalde de Vigo han coincidido en hacer un llamamiento a la «unidad y a la integración» para exhibir en el próximo Congreso del PSOE –que acogerá Valencia entre el 15 y el 17 de octubre– un apoyo unánime y sin fisuras del PSdeG a Pedro Sánchez.

El mensaje de unidad era compartido, pero había matices en el diagnóstico de los males que sacuden al PSdeG. Gonzalo Caballero sugirió que las supuestas «divisiones» del socialismo gallego son «artificiales», pidiendo unidad a sus compañeros «para no aparentar ninguna división que no existe» . Ha intentado convencer de que la crisis interna era poco menos que un espejismo: «Tenemos que trabajar para trasladar a la ciudadanía que todo el partido está unido para dar respuestas a los problemas de la gente».

El alcalde de Vigo, en cambio, da por hecho que hay mar de fondo en el socialismo gallego. Por eso ha pedido «dejar de lado intereses más propios del ámbito partidario, que son legítimos» , para aunar esfuerzos en «un proyecto unitario». «Las controversias son legítimas, pero ahora se reclaman luces de larga distancia», ha repetido Abel Caballero, que algo entiende de recursos lumínicos.

Aunque Gonzalo Caballero no lo reconozca, la crisis de su liderazgo es tangible e incluso Ferraz le pidió que cuando acabe su mandato no continúe al frente del PSdeG. Desde Madrid se apuesta por una transición tranquila y sin sangre en el socialismo gallego , pero lo cierto es que en el próximo proceso de primarias Caballero deberá batirse, al menos, con la candidatura que prepara el presidente de la Diputación de La Coruña y alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso.

Pese a los esfuerzos de Gonzalo Caballero por disimularlo, las espadas en el socialismo gallego están en lo alto, como quedó demostrado en la carta que hace dos semanas escribió en 'El Progreso' el número dos del PSdeG, José Antonio Quiroga, cargando contra el «retorno al pasado» que representarían las «baronías rancias» de González Formoso y el exsecretario general del partido, José Ramón Gómez Besteiro –que todavía no ha movido ficha–. Pese a los esfuerzos de la prensa, y tal vez para no dar más pábulo del necesario a sus contrincantes, Caballero ha esquivado responder sobre dicho episodio epistolar.

La canalización desde Galicia de un apoyo sin fisuras a Pedro Sánchez, por un lado, y unas listas provinciales unitarias que amortiguarían posibles luchas internas , evitarían levantar en el PSdeG una polvareda innecesaria antes de su congreso y primarias. Caballero lo consigue en Pontevedra –donde la lista conjunta para Valencia ya se daba por hecha– pero no lo tendrá tan fácil en las otras tres provincias.