Galicia redujo casi un 24% sus emisiones de CO2 desde 1990

Tres meses después de su visita a la cumbre de Glasgow, la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez compareció esta mañana en el parlamento para informar sobre las políticas de la Xunta contra el cambio climático . Vázquez sacó pecho por la reducción de emisiones de CO2 de Galicia desde 1990, el año tomado como base para frenar los gases de efecto invernadero. La Comunidad bajó hasta 2019 un 23,8% sus emisiones contaminantes a la atmósfera frente al incremento del 8,5% que se registró en el conjunto de España . «Galicia va por el buen camino», subrayó la conselleira.

Pero la oposición le recriminó que durante su primera intervención no explicase cuál ha sido la causa de la reducción. «Se atribuye el éxito del descenso de las emisiones que deriva del cierre de las centrales térmicas de As Pontes y Meirama», reprochó el diputado socialista Pablo Arangüena. «No tuvo nada que ver con sus políticas», coincidió también el nacionalista Luis Bará apuntando a la misma causa. Tras calificarla de «conselleira de la propaganda verde», Arangüena recordó que la Xunta se ha opuesto al cierre de las centrales de carbón y ha culpado al Gobierno central de la situación. «¿Cómo es posible que critique el cierre y al mismo tiempo saque pecho de la reducción de las emisiones?», se preguntó. En la réplica Vázquez explicó que los últimos datos disponibles se corresponden al año 2019 por lo que para conocer los efectos del cierre de la actividad de las térmicas aún habrá que esperar a abril, fecha en la que se publicarán las cifras de 2020. Pero lo cierto es que aún sin estar totalmente paralizadas ya durante 2019, las centrales de carbón fueron reduciendo su actividad. De hecho en As Pontes los hornos se pararon en abril de ese año y prácticamente desde entonces estuvo inoperativa.

« Galicia puede y quiere ser parte de la solución al cambio climático y es una de las comunidades más proactivas y avanzadas de España», explicó la titular de Medio Ambiente. Vázquez aseveró que la Comunidad ha modificado ya su estrategia para fijarse como objetivo la reducción del 55% de emisiones para el año 2030 , en línea con lo aprobado en la cumbre de Glasgow. Además anunció que este mismo año iniciará la redacción de la primera ley del clima de Galicia y echará a andar la alianza gallega por el clima. Con esta última iniciativa la Xunta pretende unir a empresas, asociaciones profesionales, sindicatos y organizaciones científicas y académicas para que trabajen en la reducción de su huella de carbono. Durante su intervención la conselleira también destacó el trabajo realizado desde MeteoGalicia o el Laboratorio de Medioambiente de Galicia para analizar los cambios que está teniendo ya el clima y realizar predicciones que permitan adaptarse mejor a los posibles impactos futuros.

Tanto el BNG como el PSdeG coincidieron en señalar la ausencia de políticas «reales» para combatir el calentamiento global . Bará censuró que la principal partida de la estrategia gallega contra el cambio climático, dotado en total con 12.80 millones, sean 250 millones de euros destinados a la «extinción de incendios forestales». «Esta es su principal política», recriminó el parlamentario del BNG, quien acusó a la Xunta de ser «una gran fábrica de cambio climático». Arangüena solicitó una y otra vez a la conselleira que le citase una «sola medida» puesta en marcha por la administración gallega con un efecto real y cuantificable en reducción de emisiones y tachó a la Xunta de ser « negacionistas encubiertos y propagandistas verdes». Desde el PPdeG, María Sol Díaz, negó que la Xunta vendiese ningún tipo de propaganda y aseveró que la Galicia verde de la que había hablado la conselleira «es la Galicia real de la que disfrutan los gallegos».