SUCESOS

El fiscal ve probado que los comuneros pusieron la piedra que dejó tetrapléjico a un ciclista

Los tres letrados de la defensa matienen que «no se sabe quién puso la piedra»

Fachada de la Audiencia de Pontevedra, en donde se celebra el juicio CEDIDA

ABC

La Fiscalía y las acusaciones particulares del juicio contra cuatro miembros de la Comunidad de Montes de Valladares, en Vigo, han valorado que «la intervención» de estos en la colocación de la piedra contra la que colisionó un ciclista es «clara» y que «no pudo ser otra persona». Por su parte, las defensas han insistido en que «no se sabe quién» la colocó y que «pudo ser cualquiera».

Así lo han trasladado en la quinta y última jornada del juicio por estos hechos, que se ha seguido esta semana en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Según informa Europa Press, todas las partes han elevado sus conclusiones a definitivas y han refrendado sus peticiones, que incluyen penas de prisión e indemnizaciones por parte de la Fiscalía y las acusaciones, y la libre absolución por parte de las defensas.

En concreto, la Fiscalía ha considerado que «no cabe duda» de que «hay un conflicto entre ciclistas y la comunidad de montes» , situación que ha dicho que se remonta a, al menos, varios años atrás. En este marco, ha recalcado que «la intervención de los comuneros» en la colocación de las piedras no da lugar a duda.

La veracidad de este último punto, se ha respaldado en las declaraciones de cinco ciclistas que en un intervalo de tiempo de hora y media bajaron por el camino donde sucedieron los hechos. Así, los dos que bajaron primero dijeron no haber visto las piedras, y los tres que fueron más tarde dijeron que sí. Además, los dos primeros dijeron también haber visto en ese rato subir al monte a tres acusados.

A este respecto, la acusación particular ha añadido que estos tres acusados avisaron a los ciclistas de que no bajasen por el camino «porque había piedras y palos». «¿Por qué lo sabían? Por que ellos fueron los que pusieron las piedras y palos . Entre la bajada de unos y otros (ciclistas) coincide el ascenso de los comuneros y no hay otra opción interpretativa: No pudieron ser más que ellos», ha zanjado.

Un accidente provocado

La acusación particular, que representa al ciclista que quedó parapléjico a raíz de este suceso, ha coincidido con el fiscal en que «no ha lugar a ningún tipo de duda para condenar» a los cuatro varones, a los que ha responsabilizado de este «accidente provocado» y de «reventar el camino» por estar «cansados del transcurso de ciclistas y de su uso de los caminos a modo de circuito».

En este sentido, se ha apoyado en las testificales practicadas y en que la mañana del día de los hechos la comunidad de montes mandó cortar árboles del camino y «los dejaron semitalados para que los ciclistas no pudieran sacarlos» . «La piedra fue movida por la mano del hombre, y no pudieron ser más que los tres acusados bajo la orden» del cuarto, de iniciales J.C.A., ha sostenido.

A mayores, ha subrayado que la piedra «no solo se puso» en el camino, sino que su colocación era «concreta, con una estrategia despiadada, aviesa y perversa, a modo de trampa, y no se veía desde la bicicleta» . Con todo esto, aunque ha reconocido que no hay una prueba directa, porque ningún testigo vio a estas personas colocar la piedra, ha considerado que hay los «elementos necesarios» para condenarlas.

La inocencia de los acusados

Por su parte, los tres letrados de la defensa han insistido en la inocencia de sus respectivos patrocinados, y en todos los casos han mantenido que «no se sabe quién puso la piedra» y, por tanto, «pudo ser cualquiera». Además, han solicitado que se deduzca testimonio por falsedad respecto a dos de los ciclistas llamados como testigos.

Así las cosas, la abogada de J.C.A., que era vicepresidente de la comunidad de montes, ha apuntado que «no consta acreditada su participación» en estos hechos, y ha remarcado que a su defendido «nadie le oyó dar la orden» de colocar árboles o piedras en el camino y los demás acusados también lo han negado. «Mi representado no estuvo en todo el día en el monte» , ha zanjado.

De hecho, en su turno final de palabra, el único de los acusados que ha hecho uso de este derecho, este hombre ha dicho que durante el juicio le «llamó la atención el énfasis de la acusación particular cuando dijo que hay pruebas evidentes» de que ese día él estuvo en el monte. «Demuéstreme una» , ha espetado, dirigiéndose al letrado.

Su letrada también ha rechazado que haya quedado probado que había mala relación entre la comunidad de montes y los ciclistas, ha aludido a que las personas que practican ciclismo de montaña «son conscientes del riesgo que asumen» , y ha mantenido que «no cabe duda de que la modificación del camino era del propio club» de ciclistas.

«Había más gente»

La defensa de R.P.G. ha agregado que «no es descabellado que la piedra se hubiera caído» . De todos modos, ha incidido en que aquel día en el monte «había más gente» y «aún en el caso de que fuese colocada, no hay pruebas de que fuesen los acusados». «Si hay intencionalidad, ¿qué hacían paseándose por allí y avisando de que había piedras y palos?», ha cuestionado.

De igual manera que sobre el resto de acusados, ha mantenido que a su patrocinado nadie le vio en el camino donde luego sucedió el accidente y ha incidido en que «no conocía la zona, no tiene interés en los ciclistas o en la comunidad de montes y, aunque hubiera colocado la piedra, carecía de autonomía propia porque estaba allí porque hacía trabajos en beneficio de la comunidad».

Finalmente, el abogado defensor de A.V.A. y M.G.V. ha lamentado las lesiones del ciclista, pero ha insistido en la inocencia de sus clientes, poniendo en valor que sus declaraciones han sido desde el inicio «uniformes y coherentes» y «nadie las ha desvirtuado en ningún momento».

Acto seguido, ha reprobado tanto las «contradicciones» en los testigos como que la instrucción «arrancó por ineficacia de la Policía», que «no hizo nada más que empeñarse en una acusación» . De hecho, ha pedido la nulidad del atestado de la Policía Local por «las irregularidades que tiene», y ha reprochado al cuerpo policial la «persecución» que hizo de los acusados durante la instrucción.

Peticiones de las partes

Por todo esto, l as defensas piden la libre absolución , mientras que la Fiscalía solicita que cada uno de los acusados sea condenado a dos años y medio de prisión por lesiones por imprudencia grave, y que paguen a D.G.V. indemnizaciones por valor de más de 1,2 millones de euros , por los días de curación, las secuelas, las pérdidas económicas, y la adaptación de su vivienda y su vehículo.

La representación del ciclista , por su parte, reclama que se condene a estas cuatro personas por por lesiones en concurso ideal por imprudencia grave y con la agravante de alevosía, y pide una pena para cada uno de seis años de prisión , o subsidiariamente que se aplique otro artículo del Código Penal que rebaja la pena a cinco años. Además, pide 1,5 millones de euros de indemnización.

Finalmente, la acusación particular que representa a la esposa del ciclista ha pedido que estas personas también indemnicen a la mujer, como perjudicada, en la cantidad de 125.000 euros .

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