Conferencia de Presidentes

Feijóo constata que las vacunas se «desaceleran» tras una reunión estéril

Sánchez responde con negativas o silencio a todas las propuestas de Galicia para gestionar la pandemia

El titular de la Xunta advierte de que se «desnaturaliza» la conferencia y critica el trato a Cataluña y País Vasco

Feijóo saluda al Rey este viernes en Salamanca XUNTA
Pablo Pazos

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Acudió Alberto Núñez Feijóo a Salamanca con el umbral de expectativas muy bajo y, tras casi seis horas de reunión de los presidentes autonómicos (salvo el catalán) con Pedro Sánchez, salió como había llegado. «Lamentablemente, ha habido mucho monólogo, poco diálogo, ningún acuerdo y ninguna novedad». La «reunión informal de presidentes», que el mandatario gallego insistió en que nunca tuvo el rango, porque no se lo dio Sánchez, que pregona su título, quedó en papel mojado. Todas las propuestas que fue poniendo el titular de la Xunta sobre la mesa fueron cayendo en saco roto. Cuando no se encontraron con negativas, silencio por respuesta. Lo explicó el propio Feijóo pasadas las cinco de la tarde, cuando compareció ante los medios de comunicación. Lo único que constató el presidente gallego fue que se ratificó la sospecha que trasladó el jueves, tras reunirse el Consello: «Se ha confirmado la desaceleración en el porcentaje de vacunación [frente al Covid] y vamos a tener menos vacunas en julio y agosto de las que tuvimos en el mes de junio». Feijóo le dio la vuelta a lo único que se pudo etiquetar de anuncio en toda la jornada (la llegada de 3,4 millones de dosis de Pfizer el próximo mes) y lo tradujo en una «mala noticia para los jóvenes». Como sus colegas, había acudido a Salamanca para, entre otras demandas, pedir más vacunas a Sánchez. Y sucederá lo contrario. «No tenemos buenas noticias en el ritmo de vacunación, sino malas», zanjó ante el micrófono.

Tampoco hubo buenas nuevas en el resto de temas planteados. Feijóo, que llegó con un decálogo de propuestas bajo el brazo, abogó por estudiar el uso del antídoto de Janssen en menores de 40 para paliar la escasez de sueros: sin respuesta. Pidió un calendario de vacunación a partir de septiembre, para saber a qué atenerse, incluidos los menores de 12 años: no hubo información al respecto. Apeló a emplear el pasaporte Covid para no paralizar negocios como bares y restaurantes en ayuntamientos con alta incidencia del virus, como ya hace Galicia: «Se nos ha dicho que esto no se acepta y se podría comenzar a hablar a partir de septiembre». La paradoja: «En esta misma conferencia se nos ha exigido, para poder entrar, tener certificado de vacunación o PCR negativa. Nos ha sorprendido que aquello que se nos exige para reunirnos, resulta que no es válido par mantener la actividad abierta en la hostelería o en otros servicios públicos». Cerrando el capítulo sanitario, tampoco hubo suerte con la ley de pandemias, el MIR extraordinario para reforzar la plantilla de pediatras y médicos de familia y otro tanto con sacar todas las plazas vacantes del sistema de salud.

Fondos y demografía

La misma tónica se dio en el resto de cuestiones que planteó: tampoco hubo fumata blanca alguna. En el apartado de los fondos, el Gobierno prometió elevar al 55% los que gestionarán las autonomías, lo que abre una cierta «esperanza» para un Feijóo que, en todo caso, y ante la experiencia de estos meses, se mostró cauto. Y en cuanto a la crisis demográfica, de poco sirvió que insistiera en la necesidad de consensuar una estrategia nacional.

En una comparecencia en la que dejó patente su mal sabor de boca -por más que ya acudiera con la certeza de que no habría acuerdo alguno-, Feijóo también dejó varios mensajes a Sánchez, previamente trasladados cara a cara. Como el de que es una «pena» que siga sin celebrarse una conferencia de presidentes como tal, ante la ausencia de una preparación previa, orden del día siquiera, lo que motivó que le advirtiera de que «hay que tener cuidado con desnaturalizar» este foro. También señaló que no podía «dar por bueno» que se «trate con más atención a quienes no se sientan en las reuniones», en alusión a Cataluña. A su llegada a la cita, por la mañana, ya había censurado, preguntado por las contrapartidas al País Vasco, que «hay un trato cada vez más asimétrico» entre las distintas autonomías.

Feijóo plasmó de esta forma el enésimo desengaño con Sánchez: «Esto se podía haber resuelto por videoconferencia, sin necesidad de traslado y de tanta logística; que, lamentablemente, ha valido para casi nada».

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