SANIDAD

Destapan un negocio de venta por Internet de MMS, un «agua milagrosa» elaborada con productos tóxicos

Hay un investigado, un vecino de Pontevedra al que se le han incautado cien litros de producto

Producto incautado por la Guardia Civil de Pontevedra CEDIDA

P. A.

La Guardia Civil investiga penalmente a un vecino de la localidad pontevedresa de Cangas, acusado de un supuesto delito contra la salud pública, por comercializar a través de Internet la que presentaba como MMS (Solución Mineral Milagrosa, por sus siglas en inglés). El individuo que ahora está bajo sospecha es el administrador único de una empresa que comercializaba este agua «milagrosa» , un producto en realidad tóxico pero del que el investigado aseguraba «que ofrece falsas propiedades curativas para todo tipo de enfermedades», según alertaron desde la Guardia Civil de Pontevedra.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios prohibió la comercialización y publicidad de este producto en el año 2010, al constatar su potencial riesgo para la salud. En la operación que destapó la comercialización del agua «milagrosa» se incautaron preventivamente cerca de cien litros de los distintos compuestos químicos que conforman el MMS, además de una importante cantidad de envases con el producto ya elaborado que se vendía bajo el nombre de 'Depur'.

Venta por Internet

En este operativo, que comenzó el pasado mes de septiembre, participaron efectivos del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil y de la Patrulla del Seprona de Cangas. Las pesquisas, según ha informado la Guardia Civil, llevaron directamente a la empresa en la que figura este pontevedrés como administrador, «cuyo objeto es el comercio al por menor por correspondencia e Internet de productos de estética, cosmética, nutrición, mantenimiento y cuidado corporal».

El administrador de esta empresa, con domicilio social en Cangas, anunciaba la venta de los «compuestos químicos del MMS: clorito de sodio y ácido clorhídrico» , además del producto ya acabado. En otra página web vinculada a la de su empresa, este vecino de Cangas aportaba «testimonios de curaciones por la toma del producto», así como «protocolos de actuación» y «dosificaciones» para quien se iniciase en su consumo.

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