En estos momentos en que la mayor parte de la actividad económica se detiene para contener al coronavirus, la solidaridad se extiende entre los que deben seguir trabajando. Un ejemplo del apoyo mutuo entre los servicios esenciales se encuentra en un pequeño negocio local en los márgenes de la muralla de Lugo. Carlos Cabado (46) , gerente de Tintorería Lucense , se ha ofrecido para lavar y desinfectar gratis los uniformes de las fuerzas y cuerpos de seguridad . Ya que la maquinaria debe seguir funcionando con normalidad, este empresario pone de esta forma «granito de arena».
Tras informar a la comisaría provincial y publicar un anuncio en redes, «30 agentes, de momento» se han adscrito a esta iniciativa, «tanto policías nacionales y locales como guardias civiles», subraya. Cabado se compromete a tener a punto los uniformes en un plazo máximo de 48 horas e invita a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad a organizarse para enviarle los uniformes en bloque . «Estaremos aquí echando una mano, con ilusión, hasta que todo acabe», declara Cabado.
Uno de los anuncios con los que publicita este particular servicio
CEDIDA
Esta labor altruista se ha convertido en un revulsivo para el local ante esta situación extraña. «El ambiente es un poco triste, el ver las calles vacías da demasiada tranquilidad», expresa el tintorero. Entre su clientela habitual, muy variada, se cuentan por igual amas de casa y chicos jóvenes, que ahora, «debido a la incertidumbre y el miedo son pocos los que hacen pedidos a domicilio» , asegura. Carlos Cabado afronta los próximos días aliado de «toda la protección posible» y echando de menos a su mujer, que se ha acogido a los recortes de personal para «cuidar a nuestra hija».
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