El comité de Barreras rechaza que se «malvenda» el astillero
Los trabajadores anuncian medidas legales y presión en la calle si se elige la opción «más lesiva», la de Armón
Los trabajadores de Barreras están ‘en pie de guerra’ ante una eventual venta del astillero vigués a la empresa Armón. Desde el comité de empresa confirmaron este lunes a ABC que plantarán cara para tratar de «revertir» una elección, de entre las tres ofertas sobre la mesa, para hacerse con la unidad productiva de Hijos de J. Barreras, que consideran la «más lesiva para los trabajadores». El presidente del comité, Sergio Gálvez, ratificó a este diario que llegarán a donde sea necesario por vía judicial y que también mantendrán la presión en la «calle». Este lunes llevaron a cabo una concentración y un corte de tráfico frente a las instalaciones de la empresa, y están previstas nuevas concentraciones este miércoles y el viernes, informó Ep.
Para Gálvez, el informe del administrador concursal es «totalmente de parte» , tergiversa la realidad, «castiga» a la plantilla y privilegia una opción, la de Armón, que es la más perjudicial para sus intereses, pues solo mantendría a 20 de los casi 200 empleados de Barreras —Gondán pagaría dos millones, la cuarta parte, pero mantendría al 100% de la plantilla y garantiza carga de trabajo;de ahí que sea la opción por la que se decantan los trabajadores—.
En lo inmediato, el comité de empresa de Barreras explica que remitirán un escrito a la jueza —el juzgado de lo mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, es el que dio luz verde a iniciar el procedimiento de venta, tras solicitar el astillero concurso voluntario de acreedores— para exponerle su punto de vista sobre el informe del administrador concursal, contra el que cargan abiertamente. Y, en caso de que el juzgado autorice la venta a Armón, ya anuncian que recurrirán y llegarán a las instancias pertinentes.
En paralelo, advierten de la posible apertura de una vía penal contra los propietarios del astillero, Ritz-Carlto n. Según explica Ep, los trabajadores consideran que la naviera pudo incurrir en un delito de alzamiento de bienes al llevarse fuera de la ría de Vigo, a Santander, el minicrucero de lujo Evrima, para su finalización.
En el comité de empresa ya se ponen en lo peor y subrayan que, si finalmente el astillero se «malvende» y se «echa a la calle» a los trabajadores, no se quedarán de brazos cruzados.
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