Juicio Diana Quer

El Chicle «pide nuevamente perdón» por la muerte de Diana Quer

El único acusado limita su alegato a una disculpa, la segunda que pronuncia tras la que protagonizó en el juicio del caso de Boiro. Su abogada abre una causa general contra el rigor de la investigación y el papel de los medios «al fabricar un monstruio sin nombre ni apellidos»

El veredicto del juicio sobre el «caso Diana Quer» en directo

Abuín, durante su turno de palabra MIGUEL MUÑIZ | Vídeo: AT

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El presidente del tribunal le dio la última palabra después de dos semanas de juicio y José Enrique Abuín la aceptó para pronunciar apenas una frase. «No tengo nada más que añadir a lo que ha dicho mi abogada y pedir nuevamente perdón» por el crimen de Diana Quer. En el último día de vista oral, el autor confeso no aportó mucho más a las dos horas y media de conclusiones protagonizadas por su abogada, Maria Fernanda Álvarez.

Es la segunda vez que pide disculpas por lo sucedido en la noche del 22 de agosto de 2016 en A Pobra de Caramiñal . En abril de este año, también en su último turno de palabra durante el juicio por la detención ilegal y el intento de agresión sexual a una chica de Boiro, Abuín expresó que «si pudiera dar marcha atrás más de dos años en el tiempo lo haría, pero no puedo» y deseó que «ojalá algún día se sepa toda la verdad. Siento todo lo ocurrido. Y decirle a la familia de la chica que siento mucho lo ocurrido y que ponga en duda muchas cosas».

De un modo casi profético, ese «que ponga en duda muchas cosas» ha sido la columna vertebral de la intervención de su abogada, que ha convertido su intervención en una causa general contra el rigor de la investigación policial y los informes forenses , derivada de un mal primigenio que ha sido el tratamiento mediático e informativo del caso. La prensa, a su juicio, «ha fabricado un monstruo, un asesino en serie, un depredador sexual», y ha reiterado en interminables ocasiones que «no hay pruebas» de la violación y que lo que ocurrió fue un homicidio involuntario cuando Abuín fue sorprendido robando gasolina.

«Aquí hay una obsesión por incriminar al Chicle, ese monstruo sin nombre ni apellidos, de una violación y un asesinato» , y ha denunciado que su cliente no ha tenido «un proceso justo». «Aquí ha primado la apariencia sobre la realidad, y la intuición sobre la prueba. Aquí no hubo proceso acusatorio donde la acusación debe demostrar con prueba rigurosa lo que dice que es cierto. Aquí tienen que demostrar que la detuvo, la maniató y la violó de manera rigurosa y no con un circo. Aquí hubo un proceso inquisitivo ».

«Los medios de comunicación se han dedicado a repartir las piedrecitas para que llegado el momento se lapide al Chicle. Eso vende», ha afirmado la abogada, considerando además que la opinión pública «se ha sobresugestionado con el morbo» de periódicos y televisiones. «Háganse esa pregunta. ¿Nos habremos pasado de la raya con esta persona que tiene nombre y apellidos?» , una idea sobre la que ha vuelto en varias ocasiones.

«Una comedia»

«He visto cómo declararon los cuerpos y fuerzas de seguridad y los forenses. Y todo me pareció una farsa. Me siento frustrada», ha reconocido Maria Fernanda Álvarez, «sabía que iba a ser hostil pero no una comedia. Ustedes no se pueden convertir en una herramienta de la venganza» . Durante su largo argumentario, la abogada ha intentado sembrar la duda en todos los aspectos clave del caso: el robo de gasolina, el lugar de la detención de Diana, la causa y el lugar de la muerte, lo que sucedió en la nave de Asados y la violación, aspecto este determinante para la imposición de la pena de prisión permanente revisable.

«No apareció ADN del acusado. ¿Entonces por qué se dice que hay violación?», se ha preguntado, «¿usó preservativo? ¿Y dónde está el preservativo? ¿Qué animal que va a violar a una muchacha se pone un preservativo para luego matarla? ¿Es normal? Aquí no apareció ningún indicio». Según su versión, una vez se encontró el cuerpo desnudo de la joven madrileña tras 500 días desaparecida en el pozo de Asados, «a la investigación no le interesó saber de qué murió» sino que «se buscaron pruebas para acreditar el asesinato y la violación» . « La investigación quiso incriminar a José Enrique de lo que no hizo. Porque no hay pruebas. Ha habido una falta de rigor escandaloso ».

Según la defensa, «José Enrique fue a esa nave a ocultar el cadáver. Nada más». Así, aferrándose a la versión que proporcionó el acusado el primer día, su abogada ha considerado que Diana lo sorprendió robando gasolina, este reaccionó de manera descontrolada echándole las manos al cuello y causándole la muerte y, en un momento de bloqueo, decidió esconder el cuerpo en un pozo cuya existencia conocía. En su opinión, no hubo tiempo para que atara y amordazara a Diana en A Pobra, ni se justifica que estuviera una hora y media con la joven en la nave, como sostuvieron fiscalía y acusación apoyándose en informes de geoposicionamiento del móvil del acusado.

Para la abogada, todos los elementos de la investigación han estado contaminados : la autopsia y la revisión de la misma, el levantamiento del cadáver, los estudios de localización de los teléfonos móviles, el informe de imputabilidad, el estudio de la luminosidad en la zona del paseo marítimo, la brida, las declaraciones en sala de los investigadores... «La brida nunca estuvo en el cuello de Diana» . Solo ha dado credibilidad a su defendido y a su exmujer, que lo definió como «un hombre normal, sin gustos extraños». «Una cosa es ser un ligón baboso y otra es ser un depredador sexual» , ha resumido.

Por último, ha negado que Abuín tuviera un modus operandi , como establecieron las acusaciones el lunes, cuestionando la conveniencia de incluir la denuncia de su excuñada por violación —«que se reabrió tras la aparición del cuerpo de Diana»— y el caso de Boiro, en el que no consideró acreditado el intento de violación. Ha atacado además el Teorema de Bayes esgrimido por las acusaciones para calcular la probabilidad de que violase a la joven madrileña —«¿a ustedes les gustaría que a un hijo suyo le aplicaran este teorema para acusarle de una violación en ausencia de otra prueba?»— y ha puesto en valor «la confesión» del Chicle. «Si no fuera por la confesión de José Enrique no estaríamos aquí» porque los investigadores «no tenían ni idea».

Tras las conclusiones de la defensa y la breve intervención de Abuín, el presidente del tribunal está acordando con las partes el objeto del veredicto, que deberá responder el tribunal de manera argumentada tras su deliberación, que comenzará este mismo martes.

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