Casado ve al PPdeG «preparado» para recuperar las ciudades en 2019

Pablo Casado ve al PPdeG «preparado» para ocupar la alcaldía de las siete ciudades gallegas en las próximas elecciones municipales. Consciente de la importancia de recuperar músculo a nivel local en 2019 para poder enfilar con mejores expectativas el camino de vuelta a la Moncloa, el presidente del Partido Popular aprovechó su visita a Arteixo con motivo de la junta provincial del partido en La Coruña para reivindicar las cualidades de los candidatos de la formación en las principales urbes gallegas.

De Agustín Hernández, Casado destacó su gestión como alcalde de Santiago en 2014, en un momento «complicado» para el partido y elogió su papel como conselleiro, junto con el de Elena Muñoz, Jesús Vázquez o José Manuel Rey Varela, aspirantes en Vigo, Orense y Ferrol, respectivamente, y ex miembros del Gobierno gallego. ABeatriz Mato, el líder popular le encomendó la tarea de expulsar de María Pita al gobierno de la Marea Atlántica para mejorar la vida de los coruñeses y de Ramón Carballo reivindicó su papel de figura «conocida» dentro de la ciudad de Lugo. Todos ellos presenciaron la intervención de Casado en primera fila, excepto el candidato popular en la ciudad de Pontevedra, que excusó su ausencia por motivos de agenda.

El presidente del PP insistió en que Galicia es uno de los espejos en los que se mira el partido a nivel nacional por entender que la formación a nivel gallego ha logrado convertirse en una organización «de base, muy pegada a la tierra, de historia pero que mira al futuro». En este sentido, el líder popular recomendó aplicar en los distintos territorios una propuesta programática similar a la que lleva a cabo Feijóo en Galicia, basada —apuntó— en «principios e ideas» y en contacto con los problemas de la gente . En su opinión las próximas elecciones municipales y autonómicas deben plantearse como un «contrato» con los españoles para reclamarles su voto, con el compromiso de que si el PP gobierna podrán llegar a «mejorar su vida». Por este motivo, Pablo Casado insistió en definir a la formación como un partido «al servicio de nuestros vecinos» pero también al servicio de la nación, apostando por una vuelta a «las esencias» en un momento en el que otros partidos intentan «romper España».

Junto a Pablo Casado, el presidente de la Xunta definió al PP como un partido «de mayorías» y «unido» frente a la división interna que exhiben los partidos de la oposición. Del PSdeG criticó que ni los propios exdirigentes de la formación identifican como propio el proyecto actual del partido —en referencia a las críticas del exsecretario general Pachi Vázquez—, mientras que a En Marea le afeó el «sectarismo» de sus dirigentes y al BNG su reciente alianza con Bildu y los independentistas catalanes.