Memoria de 2016 presentada por Cáritas Diocesana
Memoria de 2016 presentada por Cáritas Diocesana - CEDIDA

Cáritas Santiago elevó un 38% sus actuaciones en hogares en riesgo

Disminuye la cifra de demandantes, pero son más las carencias que confluyen en cada caso

Santiago Actualizado: Guardar
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El número de usuarios totales decreció levemente en el último año, pero el volumen de necesidades y, en paralelo, de actuaciones necesarias para dar soporte a cada hogar en riesgo fue en aumento. A lo largo de 2016, los distintos programas de Cáritas Diocesana de Santiago llegaron a 52.051 personas, un 2,56% menos que en el ejercicio previo, si bien, las necesidades detectadas motivaron 98.718 actuaciones, un 38% más que un año atrás.

Son datos de la Memoria 2016 presentada ayer por el director diocesano, José Anuncio Mouriño Rañó, quien incidió en la brecha de desigualdad y en la urgencia de trabajar en su erradicación. Mouriño Rañó analizó el giro registrado en el perfil de pobreza, vinculado a la destrucción de empleo — «la crisis trajo a los pobres con corbata», ilustró— y denunció el avance de la desigualdad: en 2016, ocho personas en el mundo eran tan ricas como la mitad de la población mundial.

«No podemos resignarnos a la pobreza como algo natural, debemos concienciar a la sociedad de que tiene que cooperar para erradicarla, no para paliarla», sostuvo el director diocesano.

La cobertura de necesidades básicas (vivienda, alimento y suministros) fue el apartado de intervención con una mayor demanda —más de ocho mil seiscientas personas atendidas en 2016—, seguido por las actuaciones en materia de formación y empleo, con 3.707 participantes en cursos de formación y un 32% de éxito en la colocación. «Es una ratio muy buena que demuestra que se van alcanzando objetivos para que las personas puedan ser autónomas a través del trabajo, sin tener que depender de ningún servicio social», valoró Mouriño Rañó. El trabajo con minorías, con actuaciones de apoyo a personas gitanas, inmigrantes o refugiadas (entre otros colectivos vulnerables), fue otra de las áreas de mayor actividad de Cáritas Diocesana de Santiago, prestando atención a 2.417 personas en el último año.

Recursos económicos

La entidad gestionó en 2016 6,4 millones de euros, casi la mitad provenientes de aportaciones de socios, colectas y donativos. Las subvenciones procedentes de las administraciones representaron a su vez el 17% de los recursos disponibles, mientras que otro 15% llegó a través del IRPF. «Si podemos prestar ayuda es gracias a las aportaciones que recibimos de la sociedad», indicó Mouriño Rañó. El ejercicio se cerró con un saldo positivo de 32.935 euros, que refuerza el fondo de ayudas disponible en 2017.

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