Beiras enseña la puerta a la diputada de En Marea que se encaró con la Policía y Podemos se pone de perfil

El Consello das Mareas debate hoy si cesa a Paula Quinteiro

La diputada de En Marea, Paula Quinteiro, en los pasillos del Parlamento MIGUEL MUÑIZ

M. NESPEREIRA

La presión sobre Paula Quinteiro no remite, sino que se incrementa. Y su papel en una trifulca vandálica con la Policía de Santiago puede pasarle factura inminente. Al coro de voces que exigen la dimisión de la parlamentaria de En Marea se sumó ayer la de Xosé Manuel Beiras, padre político de la organización, y una de las voces más influyentes del universo rupturista. «Si yo fuese Paula Quinteiro, dimitiría» , sentenció el veterano nacionalista en la Radio Galega, apenas horas después de el partido dejara en manos del Consello das Mareas apartar o no a la diputada de su disciplina.

La reunión, prevista para hoy, supondrá un punto de inflexión clave en una polémica que colea tanto dentro de los pasillos de O Hórreo como fuera. Aunque no todos los comentarios cuentan el mismo valor. El de Beiras, sin ir más lejos, cotiza al alza para una amplia mayoría de la confluencia. Y cuando toca, el veterano nacionalista asume el papel de tirar de las orejas a los indisciplinados. Ocurrió durante la celebración del pasado plenario de En Marea, cuando abroncó a los díscolos de la organización, y volvió a suceder ayer, cuando calificó el comportamiento de Quinteiro como un «disparate» digno de reprimenda. « Dejó de actuar como representante de la gente», le espetó. «Y lo primero que hacer es lo que hizo después: pedir disculpas a los electores, a la militancia, a los compañeros y a la Policía Municipal» . En su lugar, aseveró, «dimitiría». Pero claro, Beiras no es Quinteiro, como él mismo se encargó de apostillar a continuación. « Es imposible que yo fuese Paula Quinteiro, mi trayectoria demostró que era imposible que hiciese nunca lo que ella hizo ».

Beiras, como miembro del Consello das Mareas, tendrá hoy un asiento reservado en la reunión que decidirá la continuidad de la parlamentaria. Allí, Quinteiro podrá defenderse ante un colectivo de dirigentes afín —en su mayoría— al líder y portavoz del partido, Luís Villares, quien en los últimos días ha optado por guardar un escrupuloso silencio sobre el caso que rodea a su compañera de escaño .

En realidad, los rostros visibles que han salido en público a apoyar a Quinteiro son muy escasos. Ayer, la diputada de la confluencia y líder de Esquerda Unida, Eva Solla, se mostró comprensiva con las explicaciones aportadas por la diputada en la reunión que el grupo mantuvo durante dos horas para esclarecer el asunto. Pero no hubo más muestras de aliento.

Tibieza en Podemos

Ni siquiera Podemos, formación en la que Quinteiro milita bajo la corriente anticapitalista, le ofrece una mano tendida. La secretaria general de los morados en Galicia,Carmen Santos, afirmó en declaraciones a ABC que la diputada se encuentra «muy afectada»por lo ocurrido , pero que la decisión de continuar tanto dentro de En Marea como en Podemos corresponde a la propia Quinteiro.

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