INDUSTRIA NAVAL

Las auxiliares piden una rebaja en la quita para dar aire a Vulcano

El Banco Santander no lo acepta y el plan de futuro del astillero vigués sigue bloqueado

Trabajadores de Vulcano en una protesta el pasado mes de diciembre UGT

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Fundados en Vigo en 1919, los astilleros Vulcano se enfrentan a una semana decisiva para evitar su quiebra. Los problemas financieros acucian a la empresa para poder terminar el ferri «Villa de Teror». Los 72 trabajadores de plantilla, que llevan sin cobrar desde septiembre, ya han aceptado que la empresa les pague parte de lo adeudado al entregar el buque. Pero el astillero pretende ahora que las industrias auxiliares, a las que también debe unos 5,2 millones de euros, acepten una quita del 25%. Estas compañías se muestran dispuestas a perdonar solo el 15%. Pero el Banco Santander no lo acepta.

En declaraciones a Europa Press, el portavoz de la industria auxiliar afectada, Elías Outes, explicó que la entidad financiera (propietaria del ferri) rechazó el lunes la contraoferta realizada por los proveedores. En ella planteaban que Vulcano les abonase un pago inicial del 35%, el 50% al acabar el ferri y le perdonaban el 15% restante. Outes censuró el rechazo a esta propuesta, que en su opinión, no era tan distante de la que proponía el astillero (un pago inicial del 30%, el 45% al entregar el barco y una quita por el resto). El portavoz de la industria auxiliar también consideró que los problemas financieros de Vulcano no se deben a la falta de colaboración de los acreedores que no saben cuándo recibirán su dinero.

Un ferri de 60 millones

El «Villa de Teror» llegó a Vigo en 2017 procedente de unos astilleros andaluces. El Banco Santander se había quedado con la nave incompleta y encargó a Vulcano que la terminase para que formara parte de la flota de Transmediterránea (posteriormente adquirida por la naviera Armas). Vulcano recibiría unos 60 millones de euros por sus trabajos. El dinero se iría abonando poco a poco para facilitar la construcción y cuando estuviese finalizado se pagaría un «hito de entrega» de 17 millones de euros. Pero los astilleros vigueses se quedaron secos el pasado mes de septiembre y reclamaron un adelanto de unos 3,5 millones de euros para poder acabar el barco . Veinte días después volvieron a pedir dinero y ahí el Banco Santander les ordenó parar máquinas ante el temor de que el ferri no fuese a ser terminado.

Actualmente, Vulcano, el Santander, Armas, Pymar y la Xunta, a través del Igape (los dos últimos en calidad de avalistas) tratan de buscar un acuerdo que permita desbloquear la situación, terminar el barco y que el emblemático astillero vigués no acabe cerrando. Fuentes de Vulcano explicaron ayer a Ep que están a la espera de que el Banco Santander acepte una propuesta realizada por el astillero.

Las negociaciones podrían «romperse en cualquier momento», alertó el martes en el Parlamento el director general del Igape, Juan Cividanes, para ejemplificar lo delicado de la situación. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo también dejó entrever ese mismo día que la Administración gallega no va a inyectar más dinero público en el astillero . Feijóo recordó que a Vulcano se le dieron dos grandes oportunidades en esta legislatura, la última en septiembre pasado cuando el Igape junto a Pymar avalaron el anticipo para terminar el «Villa de Teror».

Las declaraciones del presidente no han sentado nada bien a los trabajadores. Son «irresponsables» en medio de «unas negociaciones muy complejas», censura el secretario general de UGT en Vigo, Rubén Pérez. El sindicalista recuerda que el Igape está sentado en la mesa para encontrar una salida que evite la quiebra del astillero. «No solo se ayuda poniendo dinero, sino generando también confianza», apostilla Pérez en declaraciones a ABC. UGT considera que ya habrá tiempo de dilucidar las responsabilidades del astillero, que «evidentemente las tiene y muchas». Para el sindicato ahora lo que toca es «trabajar lentamente en la búsqueda de una solución para poder terminar el barco y así poder liquidar las deudas contraídas tanto con los trabajadores como con la industria auxiliar».

La plantilla está sumamente preocupada por su futuro. El «Villa de Teror» es el único barco en cartera de un astillero, que no tiene ningún otro encargo. Hasta ahora Vulcano les debe 4 nóminas más la extra de diciembre. Si a finales de mes no hay acuerdo, se les sumaría otro sueldo. Si la empresa quiebra, ni el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) se haría cargo de toda la deuda , ya que el Estado sólo cubre un máximo de cuatro meses.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación