Polémica

El asociacionismo se topa con la Marea

Colectivos vecinales y comerciantes de La Coruña denuncian que han tenido que suspender sus actividades por las «trabas» que les impone el equipo de Ferreiro

Mariló Fernández, presidenta de la asociación de comerciantes Acocem IAGO LÓPEZ

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«Hemos encontrado trabas de todo tipo y de toda índole para boicotear nuestros actos, así que todos los eventos quedarán suspendidos hasta mayo de 2019». Con este lamento, la presidenta de la asociación de comerciantes de las zonas de O Castrillón, Eirís y Monelos (Acocem) , Mariló Fernández, resume el malestar de buena parte de las agrupaciones de vecinos y pequeños empresarios de La Coruña con el Gobierno local de la Marea Atlántica. Desde hace años, muchos de estos colectivos sin ánimo de lucro han venido organizando periódicamente fiestas y eventos con el objetivo de dinamizar los barrios y fomentar el comercio local. Sin embargo, desde la llegada de Xulio Ferreiro al consistorio coruñés, muchos de ellos han tenido que cancelar sus actos públicos ante el rosario de obstáculos con los que se han encontrado cada vez que han querido obtener las autorizaciones necesarias en el Concello.

En el caso de la asociación que preside Fernández, denuncian que por culpa de las «trabas» del consistorio herculino se han visto obligados a cancelar los festejos del «Día de la familia» , unas jornadas con actividades para niños y mayores que desde hace años venían realizando en la ciudad con un gran éxito de público, llegando a congregar a unas 3.000 personas. Explican que el gobierno de la Marea Atlántica «extravió» toda la documentación presentada por registro por este colectivo para poder optar a las subvenciones que cada año se le otorgan a entidades sin ánimo de lucro.

De este modo, y pese a la indignación de los comerciantes de la zona de Eirís, se quedarán sin ayudas para el año que viene y no se les reembolsará ni siquiera el importe de las fiestas organizadas con motivo del pasado Carnaval, que Acocem había justificado siguiendo el ejemplo de años anteriores. « Nos dejan sin ningún tipo de recurso, incluso haciendo actividades que luego no se abonan y ellos han sabido cómo anular (...). Luego te enteras de que hay asociaciones a las que sí les dan ayudas, porque hay gente afín a la Marea, y a otras no les dan absolutamente nada», censura Mariló Fernández.

El esquema se repite en otras asociaciones, que denuncian todo tipo de situaciones que han acabado comprometiendo las fiestas y eventos que han venido celebrando desde hace años. En algunas ocasiones la documentación que presentan se extravía en dependencias municipales, otras veces se le reclaman tasas o documentación adicional que eterniza el procedimiento y otras veces —critican desde el asociacionismo coruñés— el Gobierno local se pone directamente de perfil pese a tratarse de actividades para el conjunto de los vecinos.

« El descontento es bastante destacable, llevan tres años y ya desde hace dos empezaron los problemas . Para decidir un tema nos hacen reunirnos ocho veces, después no se lleva a cabo. Nos marean. No hay capacidad de trabajo y de decisión real como tuvieron otros gobiernos municipales», concluye Mónica Calvo, presidenta de la asociación de vecinos de Novo Mesoiro . Esta entidad vecinal tuvo que reubicar la celebración del Samaín que cada año organizaban en un pabellón municipal por los obstáculos del Ejecutivo local, que por primera vez les obligó a optar por la contratación de un seguro especial o pagar el alquiler por la totalidad del recinto sin las exenciones de tasas aplicadas en años anteriores. «Como ese seguro tendríamos que pagarlo cada vez que decidimos hacer una fiesta decidimos no pasar por el aro», subraya Calvo, al tiempo que reclama una mayor «consideración» con este tipo de entidades sin ánimo de lucro.

Interés de la Administración

«Lo que se respira en el ambiente es que, cuando la Administración no tiene interés y no hay implicación, para nosotros, que somos asociaciones pequeñas, es imposible sacar las fiestas adelante», suscribe Antonio Deus, presidente de la asociación de vecinos y comerciantes de A Falperra . Deus admite que este año han tenido «suerte» y el Gobierno local asumió toda la gestión administrativa para llevar a cabo las fiestas del barrio. El año anterior, sin embargo, explica que tuvieron que suspenderlas por el desinterés de la Marea. «Cuando hay una intención política de no implicarse, entonces acaba siendo un desastre» , ejemplifica.

Cuestionado por el malestar expresado por parte del asociacionismo coruñés, el Concello de La Coruña ha rechazado dar a este periódico su versión de los hechos.

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