Economía

Abanca ganó 160 millones en 2020 y su volumen de negocio llegó a 95.000 millones, un 12,7% más

El presidente de la entidad gallega, Juan Carlos Escotet, se muestra «orgulloso» por el balance de un año «especialmente complejo»

El beneficio es un 60% inferior al de hace un año; dedicados 273 millones a provisiones para reforzarse ante el Covid

Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca (centro), en febrero de 2020 MIGUEL MUÑIZ
Pablo Pazos

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Abanca obtuvo en 2020 un beneficio atribuido de 160,1 millones de euros , lo que supone un descenso del 60,5% en términos interanuales (fueron 405 millones en 2019). La entidad dedicó 273 millones a provisiones para reforzar la posición financiera ante el Covid-19, en un año que su presidente, Juan Carlos Escotet, ha calificado de «especialmente complejo» y «muy difícil» por la pandemia.

Ante las adversidades que ha conllevado la irrupción del coronavirus en marzo del año pasado, que «sin duda ha puesto a prueba todas nuestras capacidades», Escotet ha asegurado que están « especialmente orgullosos » del comportamiento exhibido. Posteriormente, ha hecho hincapié en que «no cabe duda» sobre la «solvencia» del sistema bancario español, dada su «robustez», y rechaza paralelismos con la «crisis del ladrillo». El sistema, ha insistido, está « perfectamente preparado para enfrentar» los retos de la pandemia, siempre confiando que se pueda «recuperar la senda del crecimiento en el segundo trimestre».

En cuanto a la hoja de resultados de Abanca, el crecimiento de los ingresos triplicó al de costes y el margen básico aumentó un 12,4%, al crecer el margen financiero un 11,9% y los ingresos por prestación de servicios un 14%. Los gastos, por contraste, aumentaron un 3,9% gracias, según se reivindica desde Abanca, a las medidas implantadas y a las sinergias capturadas en las integraciones.

El volumen de negocio creció en un 12,7% y supera los 95.000 millones de euros , tras producirse la integración de Bankoa, en un año en el que se rebasó el millón de usuarios de banca móvil. El crédito a clientes en situación normal subió un 6,6%, por encima de los 38.500 millones, y la captación de recursos avanzó un 8,5%, rozando los 53.000 millones. Descontado el efecto Bankoa, el volumen de negocio aumentó un 7,5%, hasta los 91.480 millones. Francisco Botas, consejero delegado, ha hecho hincapié en el « crecimiento sostenible y recurrente » del negocio, «trimestre a trimestre y año tras año».

En paralelo, Abanca lidera la morosidad con la menor tasa del sector, con un 2% (era del 2,8% en diciembre de 2019), reduciendo un 22,4% los activos dudosos, de 1.032 a 801 millones de euros. La cobertura de activos dudosos se sitúa en el 81,2% y es también la mayor del sistema; se apostó por fortalecerla a partir del segundo trimestre del año, al constatar el impacto del coronavirus.

La entidad reforzó su ratio de capital hasta el 17,9% , con 1.710 millones de exceso sobre los requisitos regulatorios. Los recursos totales de clientes aumentaron un 8,5%, hasta los 52.380 millones, mientras los depósitos se apuntaron una subida del 11,3%, hasta los 42.541 millones.

El apartado de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) está condicionado por el impacto de la pandemia de Covid-19. Abanca donó 513 equipos sanitarios en 2020 , que incluyen 150 unidades de cuidados intensivos para los hospitales gallegos.

Mayor resiliencia de Galicia

En su introducción a la presentación de resultados de 2020, Escotet ha puesto en valor los números de la entidad en un año condicionado por unos «resultados macroeconómicos tan complicados», en el que se optó por « preferenciar, sobre todo, nuestra calidad de riesgo y nuestra calidad de activo, y, por supuesto, nuestra solvencia ».

«Lamentablemente en marzo se desata la pandemia y fuimos capaces, sin embargo, de lograr incorporar al teletrabajo a más de 4.700 empleados. Esto facilitó mucho nuestra apuesta frente a un serio proceso de daño macroeconómico y de confinamiento», ha expuesto el presidente del banco. A partir del segundo trimestre, la apuesta pasó por anticiparse a la pandemia, impulsando los créditos con aval del ICO (3.128 millones; 1.754 para PYMEs y autónomos, 1.374 para empresas) y las medidas de flexibilización financiera con moratorias de pagos (1.257 millones; 802 correspondientes a hipotecas), además de potenciar la contratación remota y el canal digital. «Estamos convencidos de que son cambios en patrones de comportamiento de los clientes que llegaron para quedarse», ha apuntado.

Como una de las claves de los datos presentados por Abanca, Escotet ha citado que « Galicia, sin duda, ha pasado a tener una mayor resiliencia a la crisis y bate afortunadamente la mayoría de indicadores macroeconómicos del conjunto de España». También ha destacado que « los procesos de integraciones de los últimos cinco años empiezan a rendir fruto » y esto se traduce en el desfase entre ingresos y gastos.

A propósito de las integraciones, se ha preguntado a Escotet si cree que han perdido el «tren de las fusiones». «No lo vemos así . Llevamos cinco integraciones en estos últimos años, casi una integración por año», ha rebatido. De haberse dado más integraciones, ha concretado que la prioridad es que hubiesen sido de «mayor volumen de negocio», si bien «no nos preocupa tanto el tamaño como la complementariedad y la verdadera posibilidad de integrarlas y de que sean coherentes con nuestro modelo de negocio». Esto es: agregar mayor volumen de negocio pero manteniendo el «modelo de negocio y de gobernanza».

A partir de ahí, «no descartamos nuevas alternativas que pueda haber en el mercado». Ha asegurado Escotet que es «completamente falso» que Abanca haya realizado una «aproximación» al Sabadell ; por lo que a Novo Banco se refiere, «no tenemos decisiones tomadas aún». En todo caso, a pesar de que en lo «inmediato» Abanca no va a mover ficha en Portugal, ha recordado que es «un destino estratégico absolutamente complementario». De hecho, entre crecer por integración en el país luso o en casa, Abanca se decantaría por la primera opción, sin olvidar la segunda. En estos momentos, en la zona noble de Abanca se sigue «analizando cualquier oportunidad que surja».

Pescanova, Deportivo y universidad

Preguntado por la situación específica de dos entidades, Pescanova y Deportivo de La Coruñ a , a las que Abanca ha lanzado un flotador financiero, Escotet ha remarcado que «nuestra vocación está muy decidida a tratar de preservar la mayor cantidad de empresas posibles dentro del tejido empresarial, no solamente gallego, sino español». Pero ha trazado evidentes diferencias. En el caso de Pescanova, ha subrayado que se trata de una empresa «de altísimo valor estratégico, casi diría indispensable para la economía gallega ».

Si bien ha lamentado que la justicia no permitiera que el resto de acreedores sumaran esfuerzos en el proceso de capitalización, decisión ante la que ha mostrado su «sorpresa», ha asegurado que «no vamos a cejar en nuestra empeño» y se procederá según lo anunciado. Abanca ve en Pescanova un «enorme potencial» y «ya empiezan a verse resultados interesantes», a pesar del golpe del Covid-19 al canal Horeca. Se ha mostrado convencido de que «la empresa saldrá adelante» y en un «tiempo relativamente corto» se procederá a buscar socio industrial, como parte de una «apuesta (...) absolutamente decidida y comprometida», que genera un «razonable optimismo sobre su futuro».

El Deportivo , en cambio, atraviesa una «situación distinta, mucho más compleja desde el punto de vista financiero y de lo que es una empresa deportiva», con una tesitura «precaria» en ambos frentes, no menor en lo puramente competitivo. Escotet ha indicado que se «van a profundizar» los cambios en marcha y «en los próximos días se harán nuevos anuncios que apuntan justamente a la profesionalización » del club de fútbol coruñés.

Sobre posibles ajustes en la red de oficinas, Botas ha referido que la disminución en la retirada de efectivo llevará a que «determinadas oficinas pequeñas sean absorbidas por oficinas grandes , pero de forma natural», como se viene haciendo en el sector. Aunque la estrategia de Abanca pasa por «estar absolutamente presentes con los clientes y cerca, y seguiremos haciéndolo», el futuro tiende cada vez más a lo virtual.

Por último, acerca de la futura universidad privada en Galicia, Escotet confía en obtener el permiso definitivo e implementarla «en el menor tiempo posible ». El proceso va más lento de lo esperado, pero se mira a 2022 como el año en que podría darse inicio a la siguiente fase.

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