Vicente Vera - Cambridge Circus

Elda: calzado, moda y distrito industrial

«Dotar de más presupuesto al ICEX y fortalecer sus sinergias para impulsar las misiones comerciales a China con los mejores muestrarios de calzado de moda y lujo que se fabrican en Elda»

Fábrica de calzado de Casto Peláez, una de las compañías históricas de Elda ABC

Antes de nada me gustaría agradecer a este medio la posibilidad que me ofrece para poder transmitir algunas reflexiones en torno a la preocupación existente entre la población por cuanto se ha producido un cierto revuelo en torno a una situación de alarma social provocada por un repentino deterioro y en cierto modo también declive en la estabilidad empresarial de la ciudad. Trataré de apaciguar los ánimos y aplacar de alguna manera el nerviosismo y la razonable preocupación existente entre los ciudadanos y colectivos del sector zapatero. Es evidente que no podemos negar la realidad económica que padecemos en la actualidad y que no solamente afecta a la ciudad de Elda sino que también se contagia a lo que podríamos llamar distrito industrial de la comarca del Vinalopó.

Sirva esta introducción de una opinión datada en el año 1935 cuyo autor es la no menos conocida y difundida por su notable aportación al conocimiento de la economía real, que no teórica. Hablamos de John Maynard Keynes y en su consagrada obra “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, considerado como uno de los oráculos de obligada consulta por los expertos y en el mismo prefacio decía que “escribir este libro ha sido una lucha por escapar de las modas habituales de pensamiento y de expresión. Las ideas que se expresan aquí son muy simples y deben resultar obvias. Pero la dificultad estriba no en las ideas nuevas, sino en escapar de las antiguas, que, para quienes nos educamos en ellas, han echado raíces en cada esquina de nuestra mente”. Pido disculpas por exponerles esta larga cita pero no he podido resistirme a ofrecérsela por ser tan esclarecedora y que nos puede servir en adelante para reflexionar sobre cual puede ser el futuro del calzado en nuestro entorno si nos despojamos de las viejas ideas. Vaya por delante que defiendo por encima de todo la imparable trayectoria del zapato en Elda desde el siglo XIX hasta nuestros días y que sin ningún género de dudas va a seguir fabricándose calzado pese a cualquier vicisitud o por sucesivos y complicados avatares que tenga que sortear en el camino por los senderos de la economía globalizada. De modo que, dicho esto, les propongo un breve paseo por la historia de las fábricas de Elda desde aquellos lejanos y también difíciles años del último tercio del XIX y principios del XX. Es cierto que en algunas ocasiones la relectura de la historia nos ayuda a entender o mejor interpretar el proceso evolutivo de un sector económico caracterizado por estar muy especializado en un solo producto, en ser “ monocultivo” industrial y casi todavía hoy lo sigue siendo. De modo que esta revisión histórica nos debe de motivar suficientemente para pensar en las dificultades que atravesaron aquellos fabricantes luchadores que consiguieron organizar y consolidar una incipiente industria zapatera con muy escasos mimbres pero con mucho esfuerzo y tesón. Este paseo nos ayudará también a vislumbrar un esquema mental que nos arroje luz para diseñar y conocer las posibilidades que disponemos para transformar el modelo industrial actual en otro diferente pero más competitivo.

Sostengo que volver a la historia de la fabricación no es un tema baladí, y por ello nos remontamos a hacia los años que cubren la horquilla entre 1850 y 1885, incluso durante el primer tercio del siglo XX. De este podemos recordar lo que se llamó en aquel periodo como la Alternativa Industrial del calzado en Elda así podríamos nombrar a alguna de las empresas pioneras como Silvestre Hernández, Bellod Hermanos y Zaragoza, Vera Hermanos y Juan, Rafael Romero Utrilles (famoso por sus medallas en París y Londres), José Tobar y un largo etcétera, conformando un nutrido colectivo de grandes fabricas y marcas comerciales, con plantillas hoy inimaginables entre 150 y 450 trabajadores y cifras de pedidos de infarto. Esta descripción nos ofrece una dimensión extraordinaria del peso y relevancia de la industria en la economía local de aquella época. Como disponemos de un espacio muy limitado, no puedo hacer un recorrido minucioso sobre cuál fue el comportamiento de la industria durante todo el siglo XX que también posee su larga e intensa historia en la fabricación de zapatos de señora siempre de alta calidad, pero sí que intentaré desentrañar los diverso hitos importantes. Evidentemente el calzado ha seguido un proceso cíclico marcado por las diferente coyunturas políticas y económicas que lógicamente han afectado a las producciones y exportaciones, como ustedes conocen ha sido un sector muy cíclico y muy sensible a los cambios políticos y económicos tanto internos como internacionales. Citaré alguno de estos hitos más significativos y que todos podemos recordar: el primero podría ser la industria en la II Republica y la Guerra Civil española. Este periodo de 1931 a 1939, fue muy agitado y convulso por diferentes circunstancias obvias. Sufrió el calzado la crisis del 29 en los Estados Unidos y su repercusión en Europa así como el valor de la peseta en los mercados de exportación, la inestabilidad política y la sublevación en 1936. Todo ello supuso crisis de producción, incautación de fábricas y la creación de un organismo fundamental para la estabilidad sectorial, la creación de SICEP de manera que se pudiera frenar el caos económico en Elda Y Petrer. Un segundo hito sería desde mi punto de vista la posguerra, llena de dificultades y carencia de materias primas para la fabricación. A trancas y barrancas los fabricantes fueron capaces de remontar todos los embates del aislacionismo internacional hasta la culminación del sufrimiento con la implantación del modelo propiciado por la aprobación del Plan de Estabilización Económica en julio de 1959. Permitiendo la apertura de la economía y estableciendo un cambio aceptable de la peseta /dólar USA que vendrá a impulsar las exportaciones y dinamizar la economía y la balanza de pagos de la economía española. Aun así Elda seguía fabricando zapatos de buena calidad. Un tercer hito lo podríamos explicar como la secuela de esta estabilización y apertura de mercados llegando, después de un largo proceso de negociaciones viendo la luz verde del proyecto comercial e internacional de FICIA . Es a partir de este momento cumbre cuando el calzado español conseguiría su emancipación como sector económico y el espaldarazo internacional para los fabricantes que liderararon este enorme y prospero florecimiento industrial durante largos años.

Este proceso autentico de transformación social y económico significó todo para el bienestar de toda la población y poblaciones vecinas, que luego comentaré como se va construyendo todo un distrito industrial del calzado a lo largo de los años, todo un entramado empresarial, logística, servicios, servicios financieros, etc. Subrayo como característica de este cambio económico la demanda de los primeros pedidos para clientes americanos. Las primeras y novedosas misiones comerciales a las ferias de calzado de Nueva York y Chicago adquiriendo una pujanza sin parangón entre nuestros fabricantes por los pedidos que se recepcionaban en el CEPEX, fundado en 1967 para la promoción exterior del calzado.

Fábrica de calzado de Casto Peláez, una de las compañías históricas de Elda ABC

Esta etapa tan fructífera para la industria la podemos agotar llegados los años 70 del siglo pasado. Estarán comprobando que son ya unos cuantos años contándoles el arduo esfuerzo de todos los colectivos del sector por el mantenimiento de las producciones y por la búsqueda de alternativas cuando los tiempos no han sido nada boyantes sino todo lo contrario. Podemos datar como el inicio de un cierto declive económico con la entrada en los años 1980-1990, es el momento de la incipiente aparición de mercados orientales muy competitivos por su baratura en la mano de obra, que comienzan a hacer sombra a los zapatos fabricados en Elda. Las comercializadoras americanas establecidos en la ciudad como Nina Footwear, Nine West, US SHOE inician su desmantelamiento trasladándose a China. Este hecho trascendental y la irrupción de la globalización mundial hacen que la industria se tambalee. Aun así las empresas en un duro proceso de cambios se reconvertirían surgiendo un colectivo de marcas propias que volvería a llevar el nombre de Elda por todo el mundo.

En esta segunda parte quisiera añadir algunas reflexiones sobre lo que podríamos llamar expectativas de recuperación a medio y largo plazo del calzado en Elda. Como ya he señalado antes disponemos de un núcleo industrial muy potente participado por empresas no solamente de calzado sino también de materias primas básicas para la fabricación: curtidores, plantas, pisos, plantas, etc además de empresas de servicios empresariales de asesoramiento a las empresas, tecnologías digitales para el diseño de calzado en 3D , etc. Lo que podríamos llamar un sector configurado a modo de clúster industrial y dentro de un extenso territorio al que denominamos como distrito industrial marshalliano en honor a los estudios del economista Alfred Marshall y posteriormente por el italiano Giacomo Becattini . Es una densa red de enlaces económicos existentes entre las empresas y que cuenta con una base social y cultural homogénea. La inercia de este modelo empresarial está interconectada y trabaja en conjunción para buscar salidas y alternativas a este impás productivo.

Diseño en 3D de calzado de señora ABC

El informe publicado por Caixa Research del pasado octubre nos indica que “llevamos varios meses en los que han convivido una fuerte desaceleración del comercio global y una fuerte caída de los indicadores del sector industrial con el mantenimiento de la confianza de los consumidores y del sector servicios en cotas positivas. Pero en las últimas semanas se han empezado a teñir de gris situándose en cotas menos confortables.” Además de las motivaciones puramente de análisis y coyuntura económica se está argumentando con cierta intensidad mediática el concepto medioambiental y de sostenibilidad en el mundo de la moda y el lujo tanto en confección como en calzado. Uno de los primeros ha sido el responsable del conglomerado del lujo Kering ( Saint Laurent, Bottega Veneta, Balenciaga, Gucci , etc) argumentando que ya en 2011, el grupo desarrolló una herramienta para cuantificar y comparar el impacto medio ambiental de su modelo de negocio.

Además la investigadora Alison Gwilt alaba el uso de nuevos materiales respetuosos con el equilibrio ambiental y de métodos que permiten reducir los residuos textiles. Pero al respecto la pregunta es ¿Se puede hacer alta moda con pieles falsas y cuero sintético? Es una reflexión que nos puede estar afectando, el lujo está cambiando su naturaleza, es probable que desde ya lo lujoso no proceda de un animal exótico, sino de la innovación ecorresponsable. Desde mi punto de vista esta sería una línea de estudio para el futuro en cuanto a la fabricación de zapatos de alta moda y lujo. Las cosas han comenzado a cambiar y se debe pensar en planteamientos innovadores en el diseño y en los sistemas de certificación y etiquetado. El otro día leía una noticia en prensa acerca de la compañía Amazon, narraba Jeff Bezos que” la caída de beneficios en Wall Street obedecía a las inversiones realizadas para rebajar de dos días a uno su servicio de entrega rápida Prime. Además los beneficios medioambientales de la mejora son evidentes, puesto que obliga a usar almacenes muy cercanos al consumidor en lugar de largas rutas aéreas o terrestres”. Deduzco que el aspecto de sostenibilidad se hace cada temporada más imprescindible en los planteamientos empresariales. Antes de concluir les apunto un par de reflexiones sobre lo que se ha venido publicando acerca del compromiso político de las instituciones en la búsqueda de vías de salida hacia un modelo productivo definitivamente innovador, diversificado y centrado en las nuevas tecnologías digitales y de automatización de procesos. Existe un magnífico libro titulado «Por qué fracasan los países» cuyos autores son Daron Acemoglu y James Robinson , de obligada lectura y en una de sus páginas dicen que “aunque las instituciones económicas sean críticas para establecer si un país es pobre o prospero, son la política y las instituciones políticas las que determinan las instituciones económicas que tiene un país”.

Al hilo de este razonamiento lo enlazaría con la propuesta del conseller de Economía Sostenible Rafael Climent en su reciente visita a nuestra población, manifestando como una de las nuevas idea de las que comentaba Keynes al principio del artículo, que Industria ofrece a Elda constituir un lobby para reclamar ayudas al Gobierno central ante la crisis del calzado. Desde esta columna le propongo que el Gobierno ya tiene un lobby pero hay que activarlo y fijar unos objetivos muy concretos. Estoy recordando al Instituto de Comercio Exterior ( ICEX ), dotarlo de más presupuesto y fortalecer sus sinergias para impulsar las misiones comerciales a China con los mejores muestrarios de calzado de moda y lujo que se fabrican en Elda. Imitar el modelo comercial Made in Italy. China se ha convertido en cliente de marcas de lujo , todas ellas disponen de sus agentes, corners y grandes clientes con suficiente capacidad económica y apasionados por la moda europea. Ahí es donde hay que apuntar con la fórmula del lobby para que sea efectivo y con resultados rápidos puesto que ya conocen el producto y se está exportando desde hace ya algunos años pero no con la intensidad que se podría alcanzar con una buena gestión de dicho grupo de presión. Esta podría o debería ser una de las ayudas más importantes para ahuyentar los miedos al futuro en Elda. Este objetivo ha de ser prioritario para el nuevo Gobierno de España. La i pequeña de la innovación (I+D+i) es la variable determinante de la ecuación para el horizonte 2020 y más allá. No quisiera agotar este artículo sin rendir un merecido tributo a todos los trabajadores del calzado incluyendo las aparadoras en su loable proceso de asociación para mejorar y restaurar las relaciones profesionales con las fábricas de Elda y comarca.

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