Semana Santa MarineraUn Cristo en casa: así es la tradición única en España de la Semana Santa en Valencia

Domicilios particulares, locales sociales y comercios albergan diecisiete imágenes durante los días de Pasión

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Carlos Sancho y Raquel Navarro son un matrimonio de El Cabanyal que ha resultado agraciado con la custodia del Cristo del Salvador y del Amparo. Una de las peculiaridades de la Semana Santa Marinera de Valencia (única en España) es que son los propios cofrades o feligreses los que durante los días de la Pasión albergan en sus domicilios particulares o en los locales sociales las imágenes de los Cristos y Vírgenes.

En el caso de la familia Sancho Navarro han optado por el casal de la Falla Barraca Columbretes para acoger al Cristo del Salvador y del Amparo. Donde hasta hace unos días los falleros preparaban sus paellas y celebraban las fiestas josefinas ahora se ha instalado un templo.

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Uno de los alicientes de la Semana Santa Marinera de Valencia pasa por realizar un recorrido para visitar las imágenes. Este año hay un total de diecisiete: Nuestro padre Jesús Nazareno ante Pilatos; el Paso de la Crucifixión del Señor y el Facsímil del Santísimo Cristo de los Afligidos; el Cristo del Buen Acierto; el Cristo Yacente; el Facsímil del Santo Cáliz; el Cristo del Salvador y del Amparo; Jesús atado a la Columna; el Cristo Rey de los Dolores; el Ecce-Homo; el Cristo del Salvador; la Cruz Relicario; Jesús de Medinaceli; la Virgen de los Dolores; Jesús con la Cruz y el Cristo del Perdón.

[Descargue aquí el plano con la ubicación de las imágenes]

Uno de los elementos que distinguen la Semana Santa Marinera de Valencia de las del resto de España es el fervor con el que sus vecinos viven las celebraciones, hasta el punto de albergar en sus casas las imágenes titulares de las cofradías que participan en las celebraciones.

Domicilios particulares, locales comerciales o el propio Mercado del Cabanyal (que alberga la Virgen de los Dolores), custodian durante la Semana Santa los Cristos y Vírgenes de las diferentes hermandades, en lo que constituye una de las tradiciones más arraigadas de la fiesta, que se combina con las procesiones, cuyo momento culminante se produce el Jueves y el Viernes Santo, a la espera del Desfile de Resurrección -un acto único en toda España- del próximo domingo.

A medida que transcurren los días, la decoración de las casas pasa de los tonos oscuros en señal de luto a los claros en referencia a la Resurrección. De hecho, a las doce de la noche del sábado los vecinos lanzan vasijas y disparan tracas en señal de alegría y los cofrades que custodian las imágenes ofrecen pastas y mistela.

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