Las nuevas restricciones para Navidad anunciadas este jueves por la Generalitat han caído como un jarro de agua fría en los bares y restaurantes de la Comunidad Valenciana que califican las medidas como « un cierre encubierto para un sector que sigue sin recibir ningún tipo de ayuda directa».
Los hosteleros creen que estas limitaciones «improvisadas» suponen «la puntilla» para muchos establecimientos que esperaban que la campaña navideña fuera «el último revulsivo antes de plantearse un cierre definitivo» .
Así se han expresado la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunidad Valenciana (Conhostur) y la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (Hostelería Valencia) este viernes en un comunicado tras conocer que el Consell limitará a partir del próximo lunes las reuniones sociales a seis personas de dos grupos de convivientes como máximo .
El adelanto del toque de queda a las 23 horas hace «inviable» ofrecer el servicio de cenas en la mayoría de restaurantes, aseguran, y elimina el segundo turno al que muchos locales habían recurrido para sortear las limitaciones de aforo.
Al respecto, los hosteleros denuncian, además, que llevan trabajando desde hace más de un mes a un tercio del aforo en interiores y a la mitad en las terrazas, mientras hacen frente a todos los pagos como si la actividad estuviera funcionando a un 100%.
Por ello, condenan la « falta de sensibilidad hacia las 35.000 empresas que conforman la hostelería» en la Comunidad Valenciana del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que todavía no ha recibido a un sector que «que representa el 6,8% del PIB» de la región.
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