La festividad de la Policía Local de Valencia se celebró ayer sin coincidir con el día del Ángel Custodio (el patrón) y sin la tradicional misa por primera vez en 18 años.
La celebración, según se había expresado ya desde la Corporación municipal , fue una jornada centrada únicamente en la actividad que presta este cuerpo de seguridad a la ciudadanía. Así lo expresó el alcalde de Valencia, Joan Ribó, en su discurso -no compartido por todos los presentes por su tono de «reproche»-, durante el cual destacó que el trabajo de la Policía Local ha de estar marcado por «tres elementos fundamentales: la proximidad, la mediación y la prevención ».
El primer edil defendió que la ciudad necesita un cuerpo que actúe desde principios éticos, que mantenga una relación «fluida» con los vecinos para resolver sus problemas y que lleve a cabo su tarea desde «unos supuestos en los que prevalezca la labor asistencial y solidaria» .
Además, indicó que se ha de contar con «una policía para la que las libertades, los deberes y los derechos de los ciudadanos sean lo más importante y que se ajuste a las necesidades, sensibilidades y problemas de una ciudad del siglo XXI».
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