Las tres playas de Benidorm -Levante, Poniente y Mal Pas- han acogido en su reapertura una quinta parte de los usuarios en estas fechas habitualmente, unos 5.000 turistas frente a 25.000 (aunque en temporada alta del verano llega a los 40.000), con unas medidas de seguridad y distancia social inéditas para evitar contagios del coronavirus .
«Es un buen balance inicial", ha valorado el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, que tamibén ha explicado este martes que se van a realizar modificaciones en el sistema «en función de la demanda y la normativa», como respuesta a las críticas vertidas por algunos usuarios, que se quejaban del excesivo espacio dedicado a las áreas de alquiler de hamacas.
No obstante, se han instalado unas 900 tumbonas menos que hace tres meses, aunque puede dar la impresión contraria, pero es engañosa, porque están colocadas a una mayor distancia entre sí debido a esas normas de seguridad y distancia social.
En estos momentos, este litoral dispone de sesenta socorristas, acomodadores, lavapiés en funcionamiento, playas accesibles y todos los servicios habituales .
Mejoras progresivas
«Trabajamos para ofrecer las mejores posibilidades en playas en una situación como la que atravesamos y que iremos transitando en un proceso que atenderá a mejoras», se ha comprometido el alcalde.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón , ha anticipado que este verano será « distinto a los demás», lo que implicará algunos «cambios de usos y costumbres», dado que la prioridad será «la seguridad» y después «ofrecer la mejor imagen » a quienes todavía no han decidido su lugar de vacaciones.
Asimismo, ha desvelado que, según le han trasladado tour-operadores y agencias, el proceso de elección de destino se encamina más hacia el final del verano , «por lo que tenemos que marcar una estrategia para salvar la mayor parte de la temporada posible con la promoción y reactivando la economía vinculada al turismo».
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