Imagen de uno de los conciertos del FIB, en la edición de este verano 2016
Imagen de uno de los conciertos del FIB, en la edición de este verano 2016 - ROBER SOLSONA

Música¿Quieres convertirte en un promotor de conciertos? Estas son las claves que debes tener en cuenta

La sede de Adeit en Valencia acogerá el próximo mes de noviembre un curso de Producción de Eventos Musicales

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Hasta hace bien poco, la organización de eventos musicales era más un oficio que una profesión. Era, y sigue siendo, una actividad de riesgo; la diferencia estriba en que la experiencia de los promotores del ayer se ha condensado y estructurado dando lugar a cursos y talleres que antes no existían. La editora de música Songsforever y la Universitat de València imparten desde hace cinco años un posgrado de gestión empresarial de la música en el que se enseñan herramientas técnicas, legales y económicas necesarias para llevar adelante tanto un concierto pequeño como un festival. Luego, como todo, después deberán asomarse a la realidad de este peculiar mundo, en el que solo se puede hacer callo a base de práctica.

En vista del creciente interés por este tipo de formación, el 11 de noviembre arrancará también en la sede de Adeit un nuevo Curso de Producción de Eventos Musicales de cuatro días de duración.

En él colaboran Valencian Music Association (VAM), Musica Pro CV, la Asociación Profesional de Salas de Música en Directo de la CV (En Viu!) y la SGAE.

Hay que tener en cuenta que la Comunidad Valenciana es una de las regiones con mayor número de actuaciones en directo del país (aunque su circuito de salas sea todavía mucho más limitado que el de Madrid o Barcelona). Además, la concurrencia de festivales –especialmente el FIB, el Rototom Sunsplash o el Arenal Sound– explica también por qué las perspectivas de negocio en este territorio no dejan de atraer a nuevos agentes. Según el Anuario SGAE de las Artes Escénicas de 2015, la recaudación de conciertos de música en vivo en la Comunidad superó los 30 millones de euros, describiendo una tendencia al alza con respecto al año anterior.

Dirigido por Vicente Martínez (Songsforever) y José Nácher (Universitat de València), el nuevo curso de Adeit contará con la participación de profesionales en la producción de conciertos, como el promotor Iain Hill (Live Nation), el ingeniero técnico industrial Diego Lloret, el production manager Iván Labarta y el propio José Nácher, profesor titular de Economía Aplicada de la UV. Las oportunidades profesionales en los eventos musicales, la contratación de los artistas, su producción, su ejecución, su control presupuestario y la labor de ingeniería que muchas veces requieren son algunos de los capítulos de esta nueva oferta formativa, dirigida a estudiantes de últimos cursos universitarios o titulados en Comunicación Audiovisual, Economía, Sociología, Periodismo, Derecho o Turismo, pero también a iniciados y profesionales de la industria musical, con o sin titulación universitaria.

Iván Labarta -cuya amplia trayectoria le ha llevado a organizar eventos como Cirque du Soleil, Batalla de los Gallos Red Bull, Festival Orgull València y conciertos de artistas como Ara Malikian, Anastacia o Crystal Fighters-, nos ayuda a resumir cuáles son los principales factores que todo promotor debe tener en cuenta:

1. Elige bien al artista

«Uno de los errores más comunes suele ser poner tus gustos por delante de cuestiones comerciales. No puedes vivir solo de conciertos que a ti te gustan. Hay que separar lo que te gustaría ver en concierto de lo que debes producir para que sea sostenible”, opina Vicente Martínez, de Songsforever, quien aconseja “analizar el mercado constantemente, identificar la demanda y buscar artistas capaces de cumplir tus expectativas. Otras veces las razones para producir un determinado evento no son exclusivamente económicas, sino el hecho de que su complejidad te permite aprender y conocer otras maneras de trabajar».

Labarta matiza: «¡Cuántas veces un artista teóricamente comercial no ha funcionado!». «El arte de ser promotor de conciertos consiste en saber elegir bien».

2. Conoce al dedillo el marco legal

«En la Comunidad Valenciana hay una Ley de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos, y un decreto que la desarrolla. Ambas deben tenerse en cuenta para organizar cualquier concierto, festival o evento musical. Como ocurre con cualquier ley, su desconocimiento no exime de su cumplimiento, a pesar de lo cual, a día de hoy hay promotores/productores que si la conocen parecen haber haberla olvidado (en ocasiones incluso conscientemente)», apunta Labarta.

3. No dejes nada a la improvisación

«Es imprescindible trabajar organizadamente, con un plan de producción y un presupuesto. Algo tan básico como calcular el break even o umbral de rentabilidad del concierto no siempre se realiza. Se tira de aproximaciones e instinto que conducen a la toma de decisiones equivocadas (por ejemplo en el precio de las entradas o al estimar que un concierto va a ser rentable cuando no lo es). Otro error común es ignorar la Ley de Murphy. En un evento musical, que es riguroso directo, si algo puede salir mal, saldrá mal. Haberlo tenido en cuenta antes permite al menos tener un plan de reacción ante las posibles contingencias».

4. Cuida a tu público

«Hay que preocuparse por dar al público el mejor tratamiento posible. Los promotores tendemos a concentramos en satisfacer los requerimientos y necesidades de los artistas, y a olvidar las del público, que es quien paga una entrada, y al fin y al cabo es nuestro cliente. Debemos preocuparnos por su comodidad y seguridad; por garantizar que su experiencia de ocio sea segura además de satisfactoria. En un concierto se asimila el término “seguridad” a la del artista (al vigilante que la garantiza), pero lo primero debe ser la del público».

5. Estudia bien el recinto

«Otro error es confiar en que conoces sobradamente un recinto en el que ya has trabajado anteriormente. Conviene trabajar siempre como si fuese la primera vez. Más cuanto mayor sea el aforo del concierto. Debemos tener presente que un evento se desarrolla en un recinto determinado, pero puede afectar a su entorno. No podemos obviar las consecuencias que su celebración puede tener para terceras personas que no participan de la actividad».

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