Un juzgado investiga deficiencias en la atención a pacientes con coronavirus de la antigua Fe de Valencia
El tribunal incoa diligencias previas y acuerda solicitar informes a la Conselleria de Sanidad sobre este espacio habilitado para descongestionar los hospitales
El Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia ha incoado diligencias previas y ha acordado solicitar informes a la Conselleria de Sanidad sobre las presuntas deficiencias en el trato a enfermosen la antigua escuela de enfermería de La Fe de Valencia , después de que el PP acudiera a los tribunales el pasado sábado.
A estas diligencias judiciales se ha incorporado también u na denuncia de la asociación Defensor del Paciente por los mismos hechos que fue presentada en Fiscalía y que ha sido remitida por ésta al juzgado, según informan este jueves fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. El Ministerio Público abrió una investigación al respecto que se cerrará al estar ya el asunto judicializado.
Se trata de uno de los centros habilitados por la Generalitat Valenciana para aliviar la presión asistencial en los hospitales más saturados del país por la pandemia. Unas instalaciones en desuso habitualmente . Al espacio del barrio de Campanar, con 166 camas y 173 profesionales asignados, se iba a derivar solo a pacientes leves, pero actualmente los mayores de 80 años, dependientes y con otras enfermedades asociadas, son mayoría.
Un escrito anónimo difundido en redes hizo aflorar otros relatos como el que este hombre de setenta años, cuya identidad prefiere no revelar, ha realizado a ABC: «Cuando ingresé en el antiguo hospital La Fe me pareció que estaba en la cárcel de Guantánamo . No hay interfono para llamar a los auxiliares y te lavan con agua fría».
Imagen del antiguo hospital La Fe de Valencia
ROBER SOLSONA
Su estancia en la vieja escuela de enfermería tenía por objeto seguir con su rehabilitación tras perder veinte kilos durante los dos meses que estuvo ingresado en el hospital Clínico. « No vino un fisioterapeuta a verme hasta el último día que estuve ingresado . Las auxiliares desaparecían desde la hora del desayuno, que te lo servían en tarrinas de helado, hasta la comida», lamenta.
Cinco días en los que estuvo sin televisión, sin luz en horario nocturno, sin poder moverse, enganchado al oxígeno y compartiendo habitación con un enfermo de 92 años que «una noche se levantó y no había forma de que me escucharan, ni a gritos, para que vivieran a acostarlo». Una situación de «abandono total» similar a la relatada por la familia de Miguel Maeso , un hombre de 74 años, fallecido por coronavirus, que «llegó a estar dos días sin comer», según sus hijas. Esa rehabilitación «le costó la vida», lamentan Maika y Esther Maeso.
El presidente autonómico, Ximo Puig, defendió el uso de las instalaciones aludiendo a que, aunque no es «un hospital como tal», sí cumple con los requisitos para atender a enfermos de coronavirus porque, en caso contrario, el centro «no estaría abierto» .
Por su parte, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, reconoció alguna avería puntual en el suministro de agua caliente, aunque aseguró que los fisioterapeutas asisten a todos los pacientes en «un horario determinado» y que las habitaciones tienen un botón para llamar a los sanitarios.
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