poster Vídeo

Un grupo de antitaurinos impide que se embole a un toro en un pueblo de Valencia

Los activistas se encadenaron al pilón en el que se ata el animal y obligaron a cancelar el festejo

VALENCIA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Nueva acción de protesta contra los festejos taurinos populares. En esta ocasión el escenario ha sido la Comunidad Valenciana, la región de España con mayor tradición y número de festejos, donde algunos alcaldes de formaciones de izquierdas han lanzado una ofensiva antitauirna. En esta ocasión, un grupo de activistas independientes acudieron la pasada noche a Olocau del Rey, Valencia, para encadenarse a un pilón y conseguir cancelar las fiestas taurinas de la localidad. Según una nota de prensa que han repartido, los antitaurinos, que mantuvieron una postura pacífica, fueron agredidos por numerosos taurinos que rompieron los cristales del coche de uno de los activistas.

Una vez más, un grupo independiente de activistas antitaurinos realizó un llamamiento en las redes sociales para acudir al pueblo de Arañuel con el fin intentar que se celebrase el Toro embolado.

El pueblo de Arañuel se hizo eco del llamamiento antitaurino, llamando a su vez a taurinos de su localidad y pueblos vecinos a que apoyaran el evento, haciendo público que 100 efectivos de la Guardia Civil iban a estar presentes esa misma noche.

Burlando ese dispositivo, los antitaurinos acudieron en su lugar a un pueblo vecino, Olocau del Rey, donde también embolan a un toro por la festividad. La pasada noche del sábado, más de 50 activistas de toda España entraron por sorpresa a la fiesta. Según han afirmado algunos activistas, "no había seguridad de ningún tipo", por lo que se encadenaron al pilón o poste donde se ata al toro.

Durante la primera hora permanecieron encadenados sin mayor problema divididos entre el pilón y el furgón donde estaba el toro, recibiendo abucheos, insultos y algún que otro empujón por parte de los taurinos. Horas más tarde, según ha relatado una activista que estuvo presente en el acto, se pudo dialogar e incluso "hubo un intento de negociación con el alcalde del pueblo, pero al final no fue posible porque empezaron las agresiones por parte de los vecinos".

Los activistas continuaron su resistencia pacífica mientras aumentaba la agresividad de algunos taurinos que incluso intentaron soltar al toro mientras los activistas permanecían encadenados. Según comenta otro activista, "pasaron de los empujones e insultos a las patadas, puñetazos y golpes sin medida ni control, especialmente porque no había protección policial". Aún así, consiguieron resistir hasta media noche donde lograron, que se cancelase el evento.

La Guardia Civil fue avisada por los propios activistas minutos antes de la concentración, personándose una hora y media más tarde una patrulla de Benemérita con ocho cuerpos de la seguridad, según ha informado la Plataforma 'La Tortura no es Cultura'.

Una vez identificados los antitaurinos, finalizó la concentración y el ambiente alcanzó su peor momento, al conocerse que se había evitado el embolado. Los activistas han relatado que los taurinos los siguieron hasta sus vehículos que estaban estacionados a la salida del pueblo, y continuaron agrediéndoles.

El objetivo de la acción no era sólo evitar el evento, según ha explicado un activista, es poner en evidencia que el Toro de la Vega, el Toro de Mecinacelli o el de Coria no son excepciones, sino que esto ocurre por toda la geografía española.

Ver los comentarios