Matrix y los «més impostos» del Botànic

Matrix , la película de los hermanos Wachowski, supuso sin duda un soplo de aire fresco en el género de ciencia ficción. Hay escenas de acción que han sido copiadas una y otra vez en numerosas ocasiones. Otras, mucho más sencillas, han quedado en el recuerdo por todo lo que representan. Me refiero a la que refleja el momento de la gran decisión que tiene que tomar Neo, el protagonista de la película. Le ofrecen dos píldoras de diferente color que, en el fondo, representan las decisiones importantes que, en ocasiones, debemos tomar. ¿A quién no le ha asaltado el gusanillo de la duda al desconocer cuál es el futuro que nos espera tras la elección? ¿Elegir el camino fácil y cómodo, aunque en el fondo sepas que no es el mejor, o arriesgarse y cambiar el rumbo?

En la Comunidad Valenciana, el acercamiento de Ciudadanos a Ximo Puig había despertado ciertas expectativas, con la posibilidad incluso de apoyar los presupuestos del Botànic. Pero los celos y tensiones han surgido en Compromís y Podemos , que rápidamente se han desmarcado exigiendo una subida de impuestos que difícilmente Ciudadanos podrá admitir.

Para Ximo Puig el camino fácil es elegir la píldora del Botànic que le asegura cierta tranquilidad, solo rota por algún que otro desvarío de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. No obstante, más de uno de los miembros de su equipo saben que no es la decisión adecuada. De hecho, algunos como la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, lo han manifestado en público.

No hace falta ser muy inteligente para saber que si subes un diez por ciento el precio de tu producto no solamente no vas a incrementar el diez por ciento de tu recaudación, sino que es muy probable que esta disminuya. Pero es un dogma al que la izquierda, nacionalista o no, se aferra como si le fuera la vida en ello y se hace trampas al solitario manipulando hojas de cálculo que tan solo ellos se creen.

En un reciente informe sobre las nuevas condiciones de trabajo, Alicante y Valencia aparecían como destino ideal para trabajar y teletrabajar. A nuestro clima y unos buenos sistemas educativos y sanitarios solo falta añadir algunos detalles para alcanzar la excelencia. Pero cuando todo apunta bien, el Botànic se empeña en estropearlo, sus ataques al sistema sanitario privado y sus planes sectarios en educación se pueden ver acompañados ahora por la amenaza de la subida de impuestos . Afortunadamente el sol y las brisas marinas no dependen de la acción del Botànic, si no, posiblemente, también acabaríamos con una nueva glaciación llegando a nuestras tierras, pero acusando a la comunidad de Madrid de “dumping climático”.

Madrid se ha convertido ahora en el blanco de la ira de la izquierda y de los nacionalistas, estos últimos beneficiados por el mayor dumping fiscal que se conoce en la historia de la democracia española. Y yo me pregunto, ¿por qué no, en lugar de criticar los bajos impuestos de otras autonomías, nos sumamos a su modelo y los bajamos también en la Comunidad Valenciana?

Puig tiene la opción de elegir la píldora de la bajada de impuestos. Es arriesgado, pero seguro que es lo mejor para los valencianos. Sin embargo, me temo que elegirá la otra, la de seguir al regazo de los nacionalistas y la ultraizquierda. Si Neo hubiese hecho lo mismo en Matrix, esta hubiese sido un cortometraje de quince minutos en vez de un referente del cine moderno.