Educación

Una encuesta vigila el valenciano en el comedor y la megafonía de los colegios

El Gobierno autonómico provoca el descontento de entidades y centros educativos con un polémico instrumento

Alumnos de un colegio de Valencia MIKEL PONCE

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El Gobierno valenciano, formado por PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem, tiene marcado un claro objetivo durante la presente legislatura recién iniciada: que los centros escolares utilicen la lengua valenciana en todos los ámbitos posibles , tanto dentro como fuera de las aulas.

La Generalitat quiere velar por su cumplimiento a través de una herramienta contemplada en la ley de plurilingüismo aprobada el pasado año. Se trata de un cuestionario que ya ha comenzado a remitirse a los colegios -tanto públicos como concertados- que estos han de completar dentro de la solicitud de autorización de proyecto lingüístico. Aunque la petición de información acerca del uso de la lengua ya se aplicaba en época del PP, el actual escrito se ha remozado y refleja nuevos supuestos. En total, 32 escenarios sobre los cuales los centros deberán responder si se habla o no en valenciano , lo cual ya ha generado descontento entre algunos directores, entidades y asociaciones de padres y madres.

32 escenarios

En concreto, figuran algunos como la rotulación en todos los espacios del colegio, los tablones de anuncios, los carteles, los materiales y soportes digitales, la página web etc. Pero se va más allá. El control también se aplicará hasta en la megafonía, las asambleas, las reuniones de trabajo, el comedor y la biblioteca . Incluso en actuaciones administrativas -fichas del alumnado, solicitudes de matrícula o becas, comunicaciones a la familia, inventarios...-, en formación del profesorado, en parlamentos en actos oficiales -graduaciones, celebraciones...-, intervenciones ante los medios de comunicación , actividades extraescolares o en las relaciones con entidades e instituciones públicas y privadas que programen actividades.

El equipo directivo de los colegios será el responsable de responder a si se habla valenciano en todos esos supuestos, aunque en ocasiones también deberá encargarse el equipo docente y el claustro. Según consta en el escrito, el objetivo temporal marcado es, como máximo, el año 2022.

El PP acusa de adoctrinar

La oposición política ha criticado duramente el contenido . Desde el PP, su presidente nacional, Pablo Casado, se hacía eco ayer de la noticia publicada por ABC en la que se explicaba el control sobre la utilización del valenciano. «Imitando a Quim Torra en Cataluña, los socialistas permiten en Valencia que se vigile la lengua en la que hablan los alumnos en el recreo o en el comedor. Rechazamos el adoctrinamiento, apostamos por la libertad y una Ley de lengua que garantice el castellano como lengua vehicular», escribió.

También los populares en la región censuraron estas actuaciones. Su líder, Isabel Bonig, se pronunció en el mismo sentido en redes sociales: «Solo en el PPCV hemos sido dique de contención frente al nacionalismo y adoctrinamiento que defienden (Ximo) Puig y sus socios. Frente a los intereses particulares, debemos defender los intereses de los valencianos».

En el Parlamento autonómico ya se han presentado diversas peticiones de documentación y preguntas al respecto, tal como recuerda la diputada popular Beatriz Gascó. «El consejero de Educación, Vicent Marzà, se ha convertido en un comisario político dedicado a desterrar el castellano de la educación», afirma.

Por su parte, Ciudadanos ha solicitado tener acceso al cuestionario, recordando que estas medidas son un «ataque a la libertad», y Vox ha pedido la dimisión de Marzà por investigar en qué lengua se expresan «nuestros niños, sus familiares y el personal de los centros escolares».

Compromís ataca al PP

Ante las preguntas de este periódico acerca de la encuesta, desde la Consejería autonómica de Educación se remitieron ayer a los comunicados oficiales enviados por los grupos parlamentarios. En ellos, los partidos de izquierdas trataron de defender la aplicación de estas herramientas . El portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas, Fran Ferri, aseguró que el PP hacía «las mismas encuestas cuando gobernaba» y que «siempre demuestra un odio visceral hacia la escuela pública». Desde el PSPV-PSOE, Manolo Mata incidió en que la apuesta por el trilingüismo es «determinante» en el sistema educativo valenciano e instó a Pablo Casado a «preocuparse primero por educarse él mismo».

La cuestión lingüística ha sido una de las más polémicas de la Consejería de Educación dirigida por Vicent Marzà (Compromís). El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana tumbó el decreto de plurilingüismo que aprobó el Gobierno por entender que discriminaba a los alumnos que escogían el castellano frente al valenciano. La norma establecía que aquellos que se decantaran por la segunda opción darían más horas en inglés, lo cual para el TSJ vulneraba la Constitución al no existir igualdad. Tras los varapalos judiciales que suponían la paralización del decreto, el Ejecutivo regional tuvo que elaborar otra ley de plurilingüismo que salió adelante en 2018 y que venía a subsanar todas las irregularidades de la anterior norma. Aun así, tanto en la primera como en la segunda ya se recogía la posibilidad de establecer herramientas de control del uso del valenciano en los centros como los polémicos cuestionarios.

Ayudas al catalanismo

Otras prácticas de la Consejería de Marzà también han acaparado numerosas críticas durante los últimos años. Es el caso del reparto de las subvenciones a entidades consideradas catalanistas . Un ejemplo es Escola Valenciana, cercana a la tesis de la existencia de los denominados Países Catalanes y a la que perteneció el propio responsable del departamento en su etapa docente. Desde 2016 hasta 2018 ha llegado a percibir más de un millón de euros públicos en concepto de cursos, ayudas o fomento del valenciano por parte de la Generalitat, el Ayuntamiento de Valencia y la Diputación (mayoritariamente desde el Gobierno autonómico).

Otro ejemplo es Plataforma per la Llengua, la conocida como «ONGdel catalán» que investigó de incógnito el uso de esta lengua entre alumnos y profesores en los patios de los colegios. De 2016 a 2018, el Ejecutivo valenciano le ha otorgado 136.573 euros para el fomento del valenciano. Una de las que más subvenciones recibe es Acció Cultural del País Valencià. La entidad impulsada por el editor Eliseu Climent -y a la que la Generalitat de Cataluña inyecta miles de euros- ha ingresado más de 700.000 entre 2016 y la actualidad desde diversas instituciones valencianas.

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