Imagen de la vivienda familiar en la que se cometieron los crímenes JUAN CARLOS SOLER

J. L. Fernández

Tragedia en una familia de Elche, donde un adolescente de 15 años fue detenido este viernes por la Policía Nacional por asesinar a tiros con una escopeta de caza a sus padres y su hermano de 10 años. El triple crimen se perpetró el pasado martes en un domicilio de la pedanía de Algoda, en el municipio ilicitano, y el menor, que ha confesado la autoría a una tía suya, convivió tres días con los cadáveres y no ha expresado remordimientos.

El grupo de Homicidios investiga lo sucedido, mientras el joven, de nacionalidad española al igual que sus familiares se encuentra detenido en dependencias policiales de Elche. Según las primeras hipótesis, una discusión por las malas notas del muchacho y un castigo por parte de los padres, que le dejaron sin acceso a internet y le retiraron la videoconsola, desencadenó la tragedia. Al parecer, según apuntaban fuentes del vecindario y confirma la Policía Nacional, el joven había suspendido cinco asignaturas y la madre le había cortado el acceso al wifi. Además, el chico se habría negado a realizar las tareas que llevaba a cabo la familia en el campo.

De acuerdo con fuentes policiales consultadas por ABC, el adolescente, tras una fuerte riña con su madre, cogió una escopeta y disparó dos tiros contra ella, causándole la muerte. Lo mismo hizo con el hermano cuando trababa de huír y, finalmente, con su padre cuando posteriormente llegó a la casa. Lo mató de tres disparos.

El cobertizo donde el triple homicida guardó tres días los cadáveres de su familia, a la izquierda de la imagen, junto a la vivienda principal JUAN CARLOS SOLER

Los investigadores creen que el joven habría convivido durante varios días con los cadáveres y fueron unos familiares los que, preocupados por la falta de noticias de la familia, acudieron anoche al domicilio. El adolescente se había llevado los tres cadáveres hasta un cobertizo que hacía las veces de garaje y los dejó apilados, según indican a ABC fuentes policiales.

El joven se encuentra detenido a la espera de su pase a disposición de la Fiscalía de Menores.

El asesino de la catana

Este crimen, en el que un muchacho acaba con la vida de sus padres y una hermana, recuerda al cometido hace 22 años por José Rabadán, conocido como el asesino de la catana, cuando apenas contaba con 16 años.

Rabadán, un chico reservado y solitario, estaba obsesionado con los videojuegos, en especial con ‘Final Fantasy’. Deseando parecerse al protagonista del mismo pidió a sus padres que le compraran una espada japonesa. El 1 de abril del 2000, Rabadán se levantó temprano y acudió, catana en mano, a la habitación de sus padres. Tras matarlos, lo mismo hizo con su hermana, que tenía síndrome de Down. Fue hallado culpable y sentenciado a ocho años de reclusión, seis en un centro de menores y dos más en un régimen de libertad vigilada.

Diecisiete años después del asesinato de su familia, en 2017, un polémico documental, 'Yo fui un asesino', reconstruyó el perfil del joven homicida para tratar de averiguar por qué planeó y ejecutó a sangre fría este crimen. En dicho trabajo, el parricida contó en primera persona su testimonio de lo sucedido aquel trágico día. Al alegato del propio Rabadán, se suman los testimonios de familiares, amigos y vecinos de la familia; policías y periodistas que investigaron y siguieron el caso; psiquiatras que lo trataron; sus abogados; los pastores de la Iglesia evangelista a la que se unió José al salir del centro de menores; y el Defensor del Menor y coautor de la ley del Menor de 2001, Javier Urra.

El último precedente en la Comunidad Valenciana hay que buscarlo en Meliana, donde un joven de unos 30 años de edad fue detenido por la Guardia Civil como presunto autor de la muerte de su propio padre . Ambos eran de origen ucraniano.

En los últimos meses se han registrado hasta tres parricidios en la comarca de l'Horta , concretamente en Aldaya y Moncada. Otro se produjo el pasado 4 de noviembre, cuando un hombre de 49 años se entregó en el retén de la Policía Local de Aldaya, con las manos ensangrentadas, confesando que había matado a cuchilladas a su padre.

El 22 de octubre otra octogenaria fallecía degollada a manos de su hijo, que padece una enfermedad mental, en el barrio del Cristo de Aldaia. En el mes de septiembre, en Moncada, un hombre fue detenido por matar a su madre con un cúter y herir a su padre en el cuello con una arma blanca.

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