Torrevieja
La desaladora «estrella» de Narbona ya consume tanta energía como todo el turismo de Alicante
Los regantes aseguran que la planta se suele parar para atender la llegada de visitantes y este verano se amplía su línea eléctrica
Fue el proyecto «estrella» de Cristina Narbona -actual presidenta del PSOE- en su etapa de ministra de Medio Ambiente. Una gran planta desaladora para hacer frente a la sequía que castigaba -y lo sigue haciendo- a la provincia de Alicante.
En la actualidad, la factura eléctrica de la desalación -impulsada como alternativa al trasvase Tajo-Segura- empieza a adquirir una dimensión colosal: el consumo energético de la planta de Torrevieja (la más grande de Europa) ya equivale este verano a la luz que hace falta para atender a todo el turismo que recibe la provincia de Alicante .
Con la anunciada ampliación para este verano de la línea eléctrica que abastece estas instalaciones, con una inversión de 20 millones adicionales , su consumo energético se situará en más de 300 gigawatios por hora al año, según el proyecto. Ese volumen ya equivale a las necesidades de la Costa Blanca en su conjunto, con la población residente del resto del año, o echando las mismas cuentas, también a la flotante que llega en estas fechas.
De hecho, los regantes ya han puesto de relieve que en Pascua y en verano se suele parar la desaladora porque en Torrevieja tienen que elegir entre que siga produciendo o disponer de energía para los miles de turistas que visitan este destino.
Más potencia en 2019
Aparte del consumo, ya la potencia que necesita para funcionar es de 73,8 megawatios cuando llegue a generar 80 hectómetros cúbicos de agua anuales, lo que representa tres cuartas partes de la potencia de toda la provincia. Esta era la cifra proyectada, aunque en abril, la entonces ministra Isabel García Tejerina anunció que las nuevas infraestructura de suministro eléctrico iban a permitir elevar el caudal hasta 120 hectómetros en total el año que viene , lo que hace pensar que su factura eléctrica se elevará de forma proporcional.
Estos datos hacen cuestionarse un tanto el criterio ecológico de la opción por desalar, además de coste económico, máxime cuando la inversión inicial para construir esta desaladora se disparó en 40 millones de euros sobre el presupuesto inicial de 220. Y estuvo en la polémica por los desvíos de fondos de la empresa pública Aquamed.
