Un «depredador» en el aula

«Juanri» empezó a realizar sus prácticas formativas en distintos colegios de Valencia sin disponer del certificado oficial del centro en el que cursaba sus estudios, que cuando fue alertado de la situación decretó su expulsión de inmediato. En paralelo, una fotografía con una pequeña alertó en el año 2013 de las intenciones del hombre encarcelado esta semana por abusar sexualmente de un menor de trece años, que fue apartado del colegio de Valencia en el que realizaba prácticas de Magisterio. Su salida del centro se produjo después de que un padre le recriminara al centro educativo que el ahora detenido se había fotografiado con su hija.

De hecho, según fuentes del caso, «Juanri» no cumplía con la primera premisa que debe observar un estudiante que realiza prácticas en un colegio: «no coger nunca a los niños».

En su caso, se presentaba en las escuelas (siempre privadas o concertadas) con una supuesta recomendación del centro en el que cursaba sus estudios, que negó tal extremo en cuanto tuvo conocimiento de ello. De hecho, le expulsó.

Supuesta recomendación

Pese a estos incidentes, ninguno de la decenas de colegios en España y en el extranjero que han contado con sus servicios como orientador educativo en los últimos años podía pensar que estaban contratando a un presunto «depredador sexual».

La Guardia Civil halló en su domicilio material con grabaciones de sexo explícito con menores, lo que propició su detención. El juez que instruye el caso decretó prisión sin fianza por el riesgo de que reincidiera. «Juanri» tiene tres antecedentes policiales por delitos de estafa, amenazas y contra la intimidad e inviolabilidad de domicilio.

La alarma ha cundido entre los padres. Al respecto, el colegio Humanitas de Tres Cantos, en Madrid, señala que «Juanri» sostenía que se había entrevistado con «autoridades relevantes y se hacía pasar por experto educativo con miles de seguidores en internet».De hecho, el estudiante de Magisterio había montado un negocio que le permitía «viajar a gastos pagados» a costa de los colegios, según alardeaba a través de las redes sociales.

«Juanri» iba a comenzar a realizar prácticas como profesor el próximo curso, pero no podrá consumar su objetivo. Tampoco se había presentado a los últimos exámenes de segundo de carrera.La Guardia Civil investiga si, al margen del caso que instruye el juzgado de instrucción número diecinueve de Valencia, pudo cometer más casos de abusos sexuales. Las decenas de colegios que visitó «Juanri» están remitiendo escritos y manteniendo reuniones para llevar tranquilizad a los padres, alarmados por el hecho de que sus hijos hubieran compartido actividades escolares con un presunto pederasta.

Fuera de los centros

El mensaje es común a todos los centros educativos. De hecho, los investigadores del caso, que permanece bajo secreto de sumario, creen que el presunto pederasta no habría cometido los abusos sexuales en los colegios en los que trabajaba. A pesar de que logró acceder a sus primeros trabajos a base de mentiras y que sus actitudes respecto a los niños generaron sospechas, nadie pensó -hasta que trascendió esta semana su detención y los cargos que se le imputan- que tras este joven bloguero de éxito se escondiera un «depredador sexual».