TRANSPORTE

La EMT aumentará los vehículos en circulación y ajustará los horarios de los autobuses

La empresa incorporará a nuevos conductores surgidos de la bolsa de trabajo

VALENCIA Actualizado: Guardar
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La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia aumentará el próximo año el número de vehículos en circulación y ajustará el nivel de oferta a la realidad diaria del servicio, con la incorporación de las nuevos conductores surgidos de la bolsa de trabajo.

La EMT ha comunicado hoy a los trabajadores el nuevo cuadro de servicios para 2016, que estará vigente hasta el mes de abril, y se hará otro cuadro para operar a partir de ese mes, ha informado el Ayuntamiento de Valencia.

Con el nuevo cuadro de servicios, se ajustará el nivel de oferta a la realidad diaria del servicio, teniendo en cuenta la incorporación escalonada de las nuevos conductores surgidos de la bolsa de trabajo, que se unirán a la empresa poco a poco hasta completar la plantilla a finales de marzo.

Hasta ahora se trabajaba con un cuadro de servicios que, según las fuentes, no contaba la falta de personal y falseaba frecuencias, lo que generaba desajustes y molestias para los usuarios y los trabajadores.

El gerente de la empresa, Josep Enric Garcia Alemany, ha manifestado que no se va a permitir que un autobús "no deje subir" a una persona que espera o pase de largo, porque supone "un maltrato" a los usuarios.

El nuevo cuadro, si bien puede reflejar un ligero incremento puntual de las frecuencias en alguna línea, "ofrecerá en estos meses una imagen real del servicio que puede ofrecer y ofrecerá la EMT, y no una oferta quizás ideal, pero falsa, como sucede aún en la actualidad", ha agregado.

Hasta ahora, el desajuste entre los horarios planeados y las posibilidades de la empresa por la falta de personal, además de los autobuses que se quedaban en cochera, generaba que el servicio se acabara regulando a través del sistema de ayuda a la explotación (SAE) informático de la EMT, que ofrecía soluciones para tratar de hacer cuadrar los números "sin tener en cuenta cómo afectarían a las personas".

"Se introducían ajustes de regulación, como impedir subir a viajeros, u órdenes de dirigirse directamente a la cabecera de línea, que además de truncar las frecuencias de algunas líneas de manera notable, generando las consecuentes molestias a los usuarios, también provocaban un gran estrés en los conductores, ante la incertidumbre constante de no saber nunca dónde acabarían ese día de trabajar y a qué hora", ha lamentado.

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