Los presos del 1-O califican de «escarmiento» y «venganza» la revocación de su semilibertad

Los presos independentistas condenados por el 1-O no han tardado en usar sus redes sociales para cargar contra la decisión del Tribunal Supremo de revocar el tercer grado penitenciario que les concedió la Generalitat. «El Tribunal Supremo dicta venganza de nuevo», ha escrito el exvicepresidente Oriol Junqueras en su cuenta de Twitter poco después de que se hiciera pública la decisión. En los mismos términos se ha expresado también Carles Puigdemont, quien ha añadido que no hay novedades en la «hoja de ruta del unionismo».

«Escarmiento» ha sido otro de los conceptos utilizados tanto por el expresidente como por algunos de sus exconsejeros presos en Lledoners (Barcelona). «El escarmiento, la venganza del Estado y la aplicación del derecho penitenciario del enemigo no dejan ningún margen para las sorpresas», ha aseverado Jordi Turull. Una argumantación parecida a la de Josep Rull, también exconsejero de Junts, quien ha afirmado que al Supremo no le preocupa «ni la justicia ni los derechos civiles, solo el escarmiento».

«La revocación del tercer grado es un castigo político, por nuestra ideología . Cada día que pasa, el Estado de derecho se hace pedazos un poco más », ha añadido Rull al valorar una decisión del Alto Tribunal que estima los recursos de apelación presentados por la Fiscalía contra el 100.2 y la progresión al tercer grado penitenciario que había sido ratificada por los juzgados de Vigilancia Penitenciaria.

La exconsejera de Trabajo Dolors Bassa ha valorado la decisión judicial en la emisora RAC-1. Allí, ha desvelado que ella y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, ambas de ERC, habían salido esta mañana de prisión y ahora no saben cuándo tienen que regresar. «Ahora mismo aún no sabemos si tenemos que volver a la cárcel hoy, mañana o el miércoles. Tengo la interlocutoria en el móvil porque me la ha hecho llegar un medio de comunicación, pero mi abogada todavía no tiene nada oficial», ha agregado.