La confesión de Puigdemont agudiza la crisis entre JpC, PDECat y ERC

Arrimadas, Iceta y Albiol piden a Puigdemont que ponga fin a la «farsa»

En ERC sospechan que el expresidente habría facilitado la filtracion

Torrent, ayer, en el Parlamento de Cataluña EFE

D. TERCERO

En el peor momento. En plena crisis entre los grupos que dirigen el movimiento independentista. Acosados por el imperio de la ley. Y en fase de bloqueo total que podría llevar a Cataluña a un nuevo adelanto electoral. Como respuesta: el silencio .

Los mensajes de móvil que Carles Puigdemont dirigió a Toni Comín –en los que aquel le reconoce a este que el proceso secesionista ha sido derrotado por el Gobierno–, conocidos ayer, son la constatación de que la división entre Junts per Catalunya (JpC) y ERC, y dentro de JpC, con el PDECat, hace prácticamente imposible que los dos grupos parlamentarios lleguen a un acuerdo de investidura, a corto plazo, y a un acuerdo de gobierno que se pueda defender toda una legislatura.

Tensión en JpC

En la tarde de ayer, el grupo de JpC se reunió en el Parlamento de Cataluña -habitual en JpC ya que este grupo no tiene sede y utiliza el Parlament como centro de operaciones políticas- para intentar reconducir la situación.

La reunión duró más de tres horas y tenía como objetivo unir las filas alrededor de un ya débil Puigdemont y valorar la estrategia a seguir los próximos días. Sin embargo, la reunión vivió momentos de tensión y el entorno de Puigdemont cree que ya no controla el grupo parlamentario, que tiene 10 de los 34 diputados con carnet del PDECat, al margen del propio expresidente de la Generalitat.

Por otro lado, pero relacionado con la tensión que se vive en JpC, en ERC creen que los mensajes de Puigdemont a Comín no se han hecho públicos por casualidad y, fuentes de la formación que lidera Oriol Junqueras apuntan a Puigdemont como el inductor de la jugada: «Es una manera de explotar la línea victimista y reforzar su papel».

Por su parte, Cs, PSC y PP intentaron rentabilizar la debilidad secesionista , no sin cierta desorientación por lo inesperado de la situación.

«Farsa» y «ridículo»

Inés Arrimadas , líder de Ciudadanos, insistió en la tesis que defiende desde hace semanas y que no es otra que los cabecillas del movimiento secesionista dicen una cosa en público y otra en privado. Es decir, son protagonistas de «una farsa».

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta , definió el contenido de los mensajes de Puigdemont como «un estado de ánimo momentáneo» y recordó, en la línea de Arrimadas, que «con la boca pequeña», en privado, «dentro del mundo independentista» lo que escribió Puigdemont se dice desde hace un tiempo.

Xavier García Albiol , presidente del PP catalán, celebró el «ataque de sinceridad» del expresidente de la Generalitat y felicitó a Mariano Rajoy por «defender las instituciones catalanas» y «desbloquear políticamente» la situación que se vive en Cataluña.

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