Cenar temprano reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama o de próstata

Un estudio del ISGlobal demuestra que el momento de comer es importante y muestra que hacerlo en horas tardías afecta a la salud

El estudio de ISGlobal ha sido publicado en la revista «International Journal of Cancer» ABC

M.Vera

Cenar a una hora temprana o dejar un intervalo de al menos dos horas antes de irse a la cama se asocia en ambos casos con un menor riesgo de sufrir cáncer de mama y de próstata , según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Así las cosas, quienes toman la cena antes de las nueve de la noche tienen cerca de un 20% menos de riesgo de estos tipos de cáncer que las que hacen la comida nocturna después de las diez.

Según el investigador Manolis Kogevinas , hasta ahora, los estudios en personas sobre alimentación y cáncer se habían concentrado en los patrones de la dieta, analizando por ejemplo si las personas comen carne roja, frutas o verduras, o bien estableciendo relaciones con la cantidad de alimentos y la obesidad. Sin embargo no se había prestado atención a otros factores que rodean un acto tan cotidiano como el comer: las horas de ingesta y las actividades que se llevan a cabo antes y después.

«Seguir patrones diurnos de alimentación se asocia con menos riesgo de cáncer»

Así las cosas, el estudio que publica la revista «International Journal of Cancer» evalua si los horarios de comidas y de sueño pueden estar relacionados con el riesgo de padecer cánceres de mama y de próstata, que son dos de los cánceres más comunes en el mundo y que más se relacionan con el trabajo nocturno y la disrupción circadiana o alteración del reloj biológico. «Esto tendría especial repercusión en culturas como las del sur de Europa, donde la cena es tardía», añaden los responsables de la investigación.

«La evidencia reciente en estudios experimentales indica que el momento de comer es importante y muestra que hacerlo en horas tardías afecta a la salud», ha señalado el Kogevinas, que evaluó datos de 621 casos de cáncer de próstata y 1.205 de mama y de 872 hombres y 1.321 mujeres seleccionados al azar en centros de salud primaria de diferentes puntos de España.

Por su parte, Dora Romaguera, investigadora de ISGlobal y última autora de la publicación, considera que es necesario realizar más estudios en personas para conocer el porqué de estos resultados, pero todo apunta que la hora de ir a dormir afecta a nuestra capacidad de metabolizar la comida. No en vano, según Romaguera, la evidencia científica actual en animales muestra que el horario de las ingestas de alimentos tiene «implicaciones profundas» en el metabolismo de los alimentos y en la salud.

Horarios y prevención

El análisis lo hicieron a partir de datos recogidos en entrevistas sobre los horarios de comida, sueño y cronotipo y un cuestionario sobre hábitos de alimentación y cumplimiento de las recomendaciones de prevención del cáncer . «Nuestro estudio concluye que seguir patrones diurnos de alimentación se asocia con menos riesgo de cáncer», ha resumido Kogevinas, primer autor de la publicación.

Para el científico, estos resultados subrayan la importancia de tener en cuenta el ritmo circadiano en los estudios sobre dieta y cáncer, informa Efe. Además, según el investigador, en el caso de confirmarse estos resultados, estos tendrán implicaciones en las recomendaciones sobre la prevención del cáncer, que actualmente «no tienen en cuenta los horarios de las comidas ».

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