Borràs claudica y retira el escaño al diputado de la CUP condenado por desobediencia por el TSJC

El independentismo celebra un vodevil, mientras acata la orden de la JEC

Laura Borràs habla con Pau Juvillà, durante el pleno del 27 de enero del Parlamento de Cataluña EFE

Daniel Tercero

Laura Borràs (Junts), presidenta del Parlamento de Cataluña, finalmente, retiró los derechos como diputado autonómico a Pau Juvillà (CUP), condenado por desobediencia por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) e inelegible para cargo público por la Junta Electoral Central (JEC). El diputado de la CUP –de baja por enfermedad– no fue convocado para el pleno celebrado este jueves y Borràs no permitió delegar su voto a otro miembro de la CUP. A última hora de la tarde, la ficha de Juvillà fue retirada de la web institucional.

«La delegación de voto de Pau Juvillà no consta en la delegación de voto que hemos aceptado para este pleno». Con estas palabras, Borràs confirmó que Juvillà ya no es diputado del Parlamento autonómico y lo dijo al inicio del pleno especial, convocado la misma mañana, para votar el dictamen aprobado el miércoles en la Comisión del Estatuto de los Diputados que defiende a Juvillà como diputado. Un esperpento en toda regla.

Justo antes del inicio de la intervención de Jaume Alonso-Cuevillas (Junts) para defender el dictamen, Joan Garriga (Vox) y Nacho Martín Blanco (Cs) pidieron la palabra para preguntar a Borràs, por un lado, si el voto de Juvillà estaba entre los votos delegados, y, por otro, si el de la CUP seguía siendo diputado. Borràs confirmó que no había aceptado el voto delegado solicitado por la CUP y se negó a confirmar que ya no era miembro de la cámara. Acatar la decisión de la JEC pero no aceptarlo en público. Grotesco.

El asunto todavía es más extravagante pues la CUP ya propuso al sustituto de Juvillà en la Mesa, como secretario tercero, que, si los pactos de inicio de legislatura se mantienen, será Carles Riera, y desde la Secretaria General del Parlamento catalán se informó a los antisistema de que Juvillà no cobrará más nóminas.

«Sería un golpe de Estado»

Pero la cámara autonómica tiene ribetes de vodevil y lo de este jueves fue un acto más. Según la presidenta parlamentaria, tomó la decisión de impedir el voto de Juvillà porque su participación en el pleno podría suponer un «conflicto de intereses» y comprometer la votación. Algo, ciertamente, insólito: que el presidente del legislativo impida el voto a un diputado por el bien de la votación. Salvo que ya no sea poseedor de los derechos de diputado.

Esto es lo que vino a confirmar Eulàlia Reguant (CUP). La portavoz de la CUP en el debate sobre el dictamen –único punto en el orden del día del pleno– señaló que su compañero de filas no había sido ni convocado para el pleno, una obligación por parte de la presidenta ya que es uno de los derechos de los 135 diputados.

Así, Borràs hizo ‘un Torrent’ y dejó a Juvillà sin su escaño, como en 2020 el entonces presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent (ERC), hizo con Quim Torra, presidente de la Generalitat, condenado por desobediencia por el TSJC –como el de la CUP– y cuya acta como diputado debía ser retirada por orden de la JEC. Una decisión, como la de Borràs ahora, que Junts criticó mucho y tensionó la relación entre los dos socios del Govern catalán. «Sería un golpe de Estado», llegó a tuitear Borràs en 2020.

En el debate, pocas novedades. Intervinieron Alícia Romero (PSC), Jordi Orobitg (ERC), Francesc de Dalmases (Junts), Ignacio Garriga (Vox) David Cid (comunes), Eulàlia Reguant (CUP), Carlos Carrizosa (Cs) y Alejandro Fernández (PP). La CUP, como protesta por la decisión de Borràs, se abstuvo. El texto fue aprobado con 73 votos a favor (ERC, Junts y los comunes); 53, en contra (PSC, Vox, Cs y PP) y las 8 abstenciones de los antisistema.

Entre los discursos, destacó el de Reguant, que además de confirmar que Juvillà ya no era miembro del Parlamento catalán, acusó a Vox, Cs y PP de ser «la sucursal en Cataluña» de la JEC y de dar «un nuevo golpe de Estado a lo que los ciudadanos decidieron en las elecciones» pues Juvillà «ya tiene sus derechos suspendidos». Y pidió a los grupos independentistas «convertir la represión en una palanca para plantear avances políticos».

Poco después del debate, la ficha de Juvillà desapareció de la web del Parlamento de Cataluña, medida, como otras, ordenada por la secretaria general, Esther Andreu. De esta manera, el pleno votó que el de la CUP sigue siendo diputado, aunque Borràs, cumpliendo con la JEC, le dejó sin escaño.

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